Cap. 6: Acercamiento

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Kinn avanzo de prisa hacia la oficina de su padre, una Tablet en su mano y su ceño fruncido. En cuanto tuvo permiso entro, no dudo, interrumpió la reunión de este con Chan y se paró frente a su escritorio.

-pa, tenemos un problema.

-¿Problema? ¿Qué ocurre?

-es Vegas...

-dios- tiró su cabeza hacia atrás golpeando el respaldo de su sillón- decime que no está haciendo ninguna locura, su padre ya nos trajo problemas.

-define locura.

-a ver- masajeo su frente algo agotado- ¿Dejo la investigación respecto a su padre? ¿Los traidores?

-no, está en eso. Cazo a varios de ellos, trato de sacarle información y los asesino- viendo la mirada de su padre suspiro- también dio información de algunos nuevos traidores, estamos trabajando con eso.

-entonces... ¿Está haciendo las cosas bien?

-sí, pero... él no está bien.

-¿A qué te réferis?- soltó sintiéndose perdido.

-él esta... esta fuera de control- se acercó al escritorio mostrándole un video, en este se veía al castaño peleando con un grupo bastante grande, los golpeo, lo golpearon, pero al final solo él se mantuvo de pie.

-¿Cuál es el problema? Está peleando, no es nuevo en él.

-no lo es, pero la tercera vez esta semana, la séptima de las últimas dos, esta... buscando problemas, peleando con quien se pare en frente, haciendo todo para causar caos- vio a su padre preocupado- parece que nada le importa, está fuera de sí.

-¿Y eso por qué? ¿Hablaste con Macao?

-lo hice, parece que... es por un omega.

-¿Un omega?- dijo confuso viéndolo de lado- ¿Qué clase de omega?

-según se... el maestro de Venecia.

.

.

.

Vegas llego a la casa el domingo por la noche, llevaba dos días fuera usando la misma ropa, apenas comía, apenas dormía, no paraba de buscar problemas. Tiró las llaves en cualquier sitio y se dejó caer al suelo. La casa estaba iluminada, casi todo prendido, por lo que supuso que Macao estaría dando vueltas por allí, pero no le importó. Apoyado contra la pared, con la cabeza apoyada en esta cerró los ojos. Se sentía agotado, había pasado los últimos días tras una pista de un viejo amigo de su padre, si tenía suerte daría con algo.

Un bajo ruido empezó a oírse, lo ignoro mientras se mantenía allí, con sus ojos cerrados y el agotamiento envolviéndolo. Pronto el sonido de débiles pasos llegó, eran algo torpes, descuidados, aun así no le prestó atención.

-¿Mano?- la suave voz llego a él, sintió alguien moverse a su alrededor y se forzó a abrir los ojos- mano.

-¿Qué estás haciendo acá?- dijo viendo a Venecia fijamente, era tarde ¿Por qué no dormía, por qué su hermano no estaba con él?- andate- el pequeño lo vio un momento, luego se acercó más apoyando su manita sobre la pierna de este- hey...

-mano.

-¿Yo soy tu mano?- dijo con una sonrisa cansada, trato de analizar la palabra, recordó que le decía así a Macao cuando no lo llamaba por su nombre, lo que era interesante. Entonces lo entendió, eso lo hizo reír bajo- hermano ¿eh? – viéndolo parado delante suyo con aquella pequeña manita golpeando su pierna no pudo evitar encontrarlo... poco desagradable, casi no le irritaba a decir verdad- supongo que lo soy.

Beautiful smile (...)Onde histórias criam vida. Descubra agora