A pesar de tu manera buena de pedirlo Sekido se acercó más a ti, no pudiste evitar molestarte más, si se pondra así no hay necesidad que tu seas amable.

Te daré tu castigo quieras o no maldita perra. — Se acercó más a ti, fue ahi que comenzaste a sentir miedo y temblar.

No, espera, por favor no, voy a hacer lo que tu quieras! Pero no me hagas daño te lo pido. — Le rogaste con algo de tristeza mientras te alejabas más.

Sekido no te hizo caso y de un parpadeo a otro ya estaba cerca de ti tomándote del menton haciendo que lo miraras, mientras tanto tu estabas temblando y llorando, tenias mucho miedo no querías que te hiciera nada.

Por fin voy a enseñarte lo que te he querido hacer por años y me he aguantado. — Te empujó a tu cama, al caer rápidamente intentaste levantarte pero Sekido puso sus manos en tu pecho y dejó caer su peso sobre ti. — No estoy seguro que vayas a salir ilusa de esta habitación,¿okey?

¡NO, NO, SUELTAME, TE LO PIDO! — Antes de que dijeras otra palabra el ojirojo puso un pedazo de tela en tu boca así ahogando tus gritos, te desesperaste más e intentaste darle patadas o golpes pero tampoco funcionó.

No sabes cuanto disfrutare esto. — Se quito su cinturón para después amarrarte las manos a la cama con el, se subió arriba de ti y te inmovilizo las rodillas.

Tu lo miraste con varias lágrimas en tus ojos, le estabas rogando con la mirada que no te hiciera nada y con mucha desesperación trataste de quitarte aquella tela.

Tu lo miraste con varias lágrimas en tus ojos, le estabas rogando con la mirada que no te hiciera nada y con mucha desesperación trataste de quitarte aquella tela

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Observaste como Sekido se bajo la cremallera de su pantalón mientras te veía con una sonrisa lujuriosa y a la vez con seriedad.

Eres bastante frágil....no creo que aguantes mucho, vamos a poner a prueba cuanto aguantas. — Se inclino hacia tu boca, y te quito la tela para después besarte bruscamente impidiendo que grites por ayuda.

Dios, tus labios le eran tan deliciosos, era como droga, no podía dejarlos de besar.

Sus manos fueron a tu falda donde la deslizó sobre tus piernas hacia arriba y la lanzó al suelo.

Su lengua se fue moviendo dentro de tu boca con rapidez, exploraba con un ritmo bastante rápido y animalezco, soltabas jadeos y leves gemidos debido a su rapidez, ya te habías cansado no querías que continuará.

Una vez que tu feminidad estaba totalmente expuesta ante el, sentiste como su dedo bajo a esta y comenzó a acariciar de arriba a abajo, sentiste un escalofrío en todo tu cuerpo al sentir sus dedos entrar levemente en ti.

Metió un poco más sus largos y gruesos dedos en tu entrepierna algo que te hizo ponerte tensa, los empezó a abrir y cerrar dentro de ti como si fueran un par de tijeras, te empezó a dar un dolor inmenso, pues sus dedos no estaban lubricados y no eran tan pequeños, te aferraste a sus hombros mientras te seguía besando como un animal en celo.

Condenada en vida | Clones de Hantengu yanderesKde žijí příběhy. Začni objevovat