Percy Jackson el Héroe de la Caza

XI

— ¿Tú que ganas con esto? Si quieres frustrar sus planes simplemente libera a los dioses del Tártaro, puedes simplemente detener al ejército de monstruos que se dirigen al campamento — preguntó Nico molestó con todo eso.

— Ellos deben de cumplir con su destino, Cronos ha usado sus poderes para intentar manipular el destino, lo único que quiero es que todo regrese a su cauce — explicó Ananké tranquilamente.

— ¿Y sólo por eso deben morir tantos semidioses? — cuestionó Nico molestó.

— Si su destino es morir eso simplemente debe pasar — dijo Ananké tranquilamente. — Tú al menos podrás tener la oportunidad de salvar a tu querida hermana.

Nico se mantuvo un momento en silencio sin dejar de observar a la Primordial, — ¿Qué quieres de mí? — preguntó el joven en voz baja, logrando que la Primordial sonriera.

— Es simple, tu hermana regresa pronto, tú único deber es protegerla e impedir que mi marido escape, solo lo deben entretener el tiempo suficiente — dijo Ananké sin dejar de sonreír, antes de sacar un pequeño frasco. — Esto sanará tus heridas y aumentará tu poder, recuerda que solo tienes que evitar que mi marido escape.

Una vez dicho aquello la Primordial desapareció dejando a un nervioso hijo de Hades.

Salto de línea

Octavio y Frank caminaron lentamente por el campamento Mestizo, notando el nerviosismo que estaba presente en todos los ocupantes, — ¿Qué quieres? — preguntó una de las cazadoras de Diana que se mantenían custodiando la entrada a su cabaña.

— Me gustaría hablar con Jason — pidió Octavio, pero la cazadora se mantuvo un momento en silencio antes de adentrarse en la cabaña.

— Después de todo lo que te hizo, aun así, lo quieres ayudar — comentó Frank extrañado de la actitud de Octavio.

— Ambos sabemos que fue manipulado por Timor y Fuga. Y puede que lo necesitemos, después de todo Jason es el semidiós más fuerte que hay en el campamento — respondió Octavio, esperando que Jason decida ayudarlos.

Phoebe salió de la cabaña acompañada de la cazadora, — Podrás pasar, pero me temo que no dejaremos salir a Jason — dijo Phoebe con firmeza, Octavio solo asintió antes de adentrarse en la cabaña de Diana, hasta entrar en la habitación donde se encontraba Jason.

— ¿Por qué estás aquí Octavio? — preguntó Jason al ver entrar al Legado de Febo junto con Phoebe. Recordaba todo lo que había hecho, era como si alguien más estuviera controlando su cuerpo y él solo estaba de espectador sin poder hacer nada para evitarlo. Y después de todo lo que le hizo a Octavio nunca se imaginó que este lo quisiera ver y no lo culpaba.

— Quiero hablar contigo, sé que no fuiste responsable de nada de lo que hiciste — dijo Octavio sin ver furioso o enojado al rubio, se veía incluso triste.

— Lo que hice no tiene justificación, te torturé, puse a la Legión en peligro, dañe a mi hermana, merezco el peor de los castigos — exclamó Jason furioso consigo mismo, como había sido tan débil para ser manipulado por los Dioses Menores.

— A todos nos hubiera pasado lo mismo Jason y tú no eres culpable. Si de alguien es la culpa es de los Dioses. — comentó Octavio.

— ¿Dónde está Thalia? Quiero hablar con ella — Lo único que le importaba es que su hermana lo perdonara por todo lo que había hecho, los demás no le interesaban.

El legado de Febo desvío la mirada, no sabía cómo le podía decir que hermana había sido asesinada por Cronos, nunca fue tan unido con Jason, incluso no eran amigos, pero no quería ser quien le dijera lo que pasó con su hermana, — Ella.... Ella está desaparecida — dijo Octavio sin mucha confianza, tal vez el hijo de Hades tenía razón y ellos aún seguían vivos.