𝗠𝗶 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻 𝗜𝗻𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲 - 𝑊𝑎𝑛𝑑𝑎 𝑀𝑎𝑥𝑖𝑚𝑜𝑓𝑓

Un Solecito y Un Ratoncito

En un abrazo y un instante, me di cuenta que Wanda es una de las personas más hermosas que existen, sin duda alguna, algo en ella me gustaba mucho y me sentía impulsada a cuidarla siempre.

-Estas mejor?- pregunte apartándole un mechón de cabello de su rostro rojizo por el llanto.

Ella solo asintió y se refugió en mi cuello, supe que no quería hablar y yo no haría más preguntas solo me enfocaría en hacerla sentir bien

-Gracias por venir Ellie- dijo entre susurro, sin soltarme.

- Estaré siempre para cuidarte, pequeño solecito - dije sin pensar, una sonrisa se dibujó en mi rostro seguido de mis mejillas sonrojadas por lo que acabo de decir

Sentí como una sonrisa se le dibujaba a Wanda, supe que le había gustado el cumplido, seguido salió se piso frente a mi con una sonrisa.

- Por que me llamás solecito?- pregunta mientras juega con sus dedos.

- Por que eres un solecito, al menos para mí, eres mi solecito- dejándole un beso en la frente - Ahora vente, vamos a comer y ver pelis- la tome de la mano y bajamos a la sala.

Entre risas y risas se nos pasaron las horas viendo una película tras otra, Wanda se había recostado en mi pecho en el sofá, y mi corazón latía tan alegre, su compañía y su calor era algo que no podré explicar.

Me sentía bien, después de todo que Hailee me dejara plantada me trajo buena suerte, estuve con Wanda viendo pelis, y se que ella estaba feliz como yo.

-No quiero que te vayas- se aferraba a mi como un gatito.

- Tengo que irme solecito, mañana hay clases y no quiero faltar ni que tú faltes - le toque con el dedo la nariz.

- Quédate, mira puedo prestarte ropa para que vayamos, ándale, por favor, hazlo por tu solecito- hacia un puchero muy hermoso.

- No puedo Wanda, el finde si quieres puedes ir a mi casa- sonrei.

- Ya, ya no sean tan cursis, me dan ganas de vomitar- Pietro rodeaba los ojos.

- cállate tu- reí - nos vemos mañana- camine hasta mi auto.

- hey, bolat - voltee mi rostro hacia la puerta - Gracias por venir - Wanda sonreía.

- De nada maximoff, te quiero - dije subiendo a mi auto.

Conduje por hasta mi casa, llegue y toda la felicidad se me esfumó, entre a una casa tan sola, tan vacía, cada rincón cada parte de esa casa guardan una soledad inmensa.
Me preparé para dormir, mientras me metía en la cama, hice la comparación entre la casa de wanda y la mía, llegue a la conclusión que los Maximoff viven feliz por que Wanda es su solecito.

Me quedé mirando el techo un rato, nunca me había sentido tan bien, solo de recordar las risas y los momentos que pase junto a Pietro y Wanda mi corazón saltaba de felicidad.

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- Te dejo plantada?- Nat no salía de su asombro. - Es una cara dura al dejarte vestida y alborotada - fruncía el ceño.

- Ya nat, de todos modos me la pase más que genial - sonreí maliciosamente.

Mientras caminabamos, vimos a lo lejos a Pietro le seguía Wanda de cerca, vestida con un vestido azul hermoso, el cabello suelto, medio maquillada y unos tacones de plataforma.

- Cierra la boca Ellie- decia sarcásticamente Natasha.

- Buenos días chicas, que hacen, hicieron la tarea? Pueden darme copia?- Pietro nos abrazaba de frente