Capitulo 1

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Risas, gritós, murmullos junto con pisadas se escuchaban por los pasillos del castillo imperial, inundado de ese jubiloso sonido contentó que desprendían los cuatro alegres niños que se encontraban jugando amenamente frente al fuego de una chimenea en una fría noche de invierno, disfrutando del calor que emanaba dándoles cobijó de la fuerte nevada que caía en el exterior.

Las grandes puertas doradas del salón se abrieron repentinamente irrumpiendo su alegre juego, dejando ver a un hombre alto y fornido de un cabello plateado largo, sujetado pulcramente en una alta coleta, llevaba una armadura de oro blanco donde en medio de ella un símbolo de cinco dragones lanzando sus llamas al cielo se encontraba robando la atención de su vestimenta.

Una espada de mango largo colgaba de su cintura junto a otros ornamentos, característicos de un guerrero del mismo imperio, una barba descuidada se alzaba en su rostro y igual que una mirada cansada reflejada por sus ojos violetas oscuros. Los pequeños celebraron la llegada del mayor conocido y muy querido para ellos, incorporándose rápidamente para recibirlo con un cálido y fuerte abrazó.

—¡Sobrinos!, ¿como han estado?—saludó con su tono de voz enérgico y firme alegremente correspondiendo su efusiva bienvenida.

—¡Tio!, ¿acaba de llegar?, No sabíamos nada al respectó— habló el mayor de los hermanos, un niño con cabellera una dorada casi platinada, vestía informalmente con un pijama de seda color azul rey que tenia dibujaba unos pequeños dragones volando, aparentaba unos doce años de edad con una tierna sonrisa demostró su contentó con aquella sorpresa, sus ojos violetas brillaban como dos zafiros morados, dando pruebas de que eran consanguíneos.

El guerrero despeino la rubia cabellera del mayor de los niños, acariciando su cabeza.

—Te estaba esperando— habló sin soltar a su tío una pequeña niña de cabellos plateados y grandes ojos verdes

—¿Sabías que iba a visitarlos pequeña Ally?—

—¡Si!, escuche a madre hablando de ello— confesó con expresión traviesa.

—Eres demasiado perspicaz para tu edad— sonrió al escuchar aquello

—Escuchar conversaciones ajenas, se te hará costumbre si no lo corriges a tiempo hermana— le advirtió su hermano mayor desaprobando su comportamiento.

—Es una cotilla, adora el parloteo y los murmullos— afirmó con seguridad y desdén su otro hermano, menor que se encontraba leyendo un libro recostado sin preocupaciones en uno de los sillones del salón viendo todo el alboroto a un lado de el.

—¿Como estuvo el camino tío?, ¿no hubo inconvenientes?— preguntó de nuevo el mayor de los hermanos cambiando de tema.

—Si, me disculpó, me retrasé bastante, no ha dejado de nevar y como bien saben no soy muy hábil en estos climas fríos como en esta estación; Además su madre estuvo entreteniéndome bastante— se sentó en uno de los sillones para disfrutar de la calidez del fuego olvidando todo el frío y complicado trayecto hasta el lugar.

—Hablando de ello, me comentó que uno de ustedes le había dicho que quiere convertirse en un hábil guerrero, igual a su admirable tío— lo dijo con interés y misterio mirando a cierta jovencita que tenía en frente vestida de caballero medieval con el emblema del imperio en su cota de malla.

—Así es, yo le dije a madre que quería ser como tú— respondió ella alegremente inflando su pecho de orgullo por aquella afirmación

Gloria, Fuego y sangre// el perfume del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora