El Misterio de Clara Clark [PRIMER LIBRO] ✔️

09: ¡Bienvenido Marcusito!

Clara Clark

Tengo dos meses que no salgo de mi casa, cada día es una montaña de emociones, algunos días estoy bien y al otro no tanto pero con las pastillas para dormir y las terapias estoy mejorando.

Hoy me siento mejor.

Faltan dos meses para mi cumpleaños número diecinueve y creo que estoy emocionada por eso.

Mi cumpleaños no es importante para nadie ni siquiera para mí, siempre es como un día normal.

Pero mi próximo cumpleaños es el más importante de mi vida porque al fin voy vivir en paz.

Me levanto de mi cama y como siempre me acerco a la ventana para ver si mi tormento ha llegado y para mi mala suerte mi tía ha llegado en su carro pero...

¿Su auto está pintado de rojo?

Fruncí el ceño

¿Cómo pasó? ¿Quien hizo eso?

Yo no soy chismosa pero necesito saber quién hizo éso.

Veo por la ventana como unos de los empleados de Rose empieza a lavar su carro tratando de quitar la pintura roja.

Antes que alguien le informé a Rose que estaba viendo la ventana me separo de ahí y cierro las cortinas haciendo que mi cuarto quedará en total oscuridad.

Camino hasta mi estantería de libros para tomar uno libro nuevo y empezar a leerlo para distraerme de todo.

Gracias a dios siempre tengo a mis libros.

Aunque quisiera mantenerme concentrada en mi libro no puedo, no dejo de pensar en una cosa.

Rose antes de comer me dijo que hoy llega mi nuevo guardaespaldas, según se llama Marcus y que tiene diecinueve años.

El chico según es de México.

Lo bueno es que desde chiquita aprendí hablar español, como mi papá era alemán y mi mamá italiana aprendí hablar desde chiquita: italiano, alemán y también español.

La curiosidad me está matando por esa razón cierro y dejo mi libro en la estantería para luego ir al baño y arreglarme un poco, no quiero que mi nuevo guardaespaldas me conozca por primera vez con ropa de dormir.

Me doy una ducha rápidamente y luego me pongo un vestido azul Marino, me suelto mi cabello y me pongo unas sandalias bajas de color blanco.

Ya cuando estoy lista respiro profundo para tener la fuerza de abrir la puerta de mi habitación y salir para la sala.

Todo no es tan fácil, no siempre tengo fuerzas para vencer mis miedo.

Después de repetirme varias veces que si puedo, abrí rápidamente la puerta y salí de mi habitación para luego caminar hasta la sala.

Llego a la sala y me siento en unos de los sofás para empezar a ver mi teléfono, antes no podía hacer eso porque los rumores eran tan fuertes que me deprimía.

Unos de esos rumores que me hacían llorar toda la noche era: La pequeña Clara Clark estaba en la cocina esa noche, ella es una de las sospechosas del incendio.

Yo no haría eso y menos a mis padres.

La noche del incendio también estaba un niño pero ya no me acuerdo de él, Violet me dijo que era su sobrino qué pasó ese día con nosotros.

El sonido la puerta de la casa me saca de mis pensamientos, asustandome un poco.

Mi mirada queda fijamente en la puerta principal de la casa mirando a las dos personas que ingresaron a la casa.

Es Rose con un chico.

Es más alto que yo, tiene ojos verdes, pestañas largas, nariz perfilada, labios rojizos, cabello que cae en su frente de color castaño oscuro, medió moreno tiene un color lindo.

¿Será que el es Marcus?

Me levanto del sofá y mi tía se acerca hasta quedar al frente de mi.

–Hola querida sobrina, él es Marcus— señaló al chico que estaba atrás de ella—. Por favor te lo pido no seas grosera.

Lo último me lo ordenó en alemán.

¿Grosera?

–Bueno Marcus, te quedas en tu casa espero te sientas cómodo. Tu habitación está al lado de la habitación de Clara— Rose le habló en español.

creo que no entiende el alemán.

Ahora es el mi chicle...

–Está bien señora Clark, voy hacer el mejor en mi trabajo no se va a arrepentir— Marcus le respondió mientras le sonreía.

Volteo los ojos al escucharlo.

Pero no puedo negar que su sonrisa es muy linda.

–Bueno, los dejo tengo cosas que hacer en la empresa— como siempre Rose otra vez iba a desaparecer.

Rose salió de la casa, la verdad ya no me importaba si estaba o no en casa.

Ya estoy acostumbrada a que me deje sola.

Vuelo a mirar a Marcus disimuladamente.

tiene un suéter negro, un pantalón blanco y unos zapatos blancos, tiene buenos gustos al vestirse.

–Hola, me llamo Marcus— me saludó mientras sonreía—. ¿Cómo estás?

Me habló en español y como yo pensaba, no sabe alemán.

Me voy a divertir un poco...

–¿Entiendes español?— Preguntó y yo negué con la cabeza, obviamente estaba mintiendo si hablo español.

–Bueno Clara, eres más linda y pequeña en la vida real que en fotos — me miró de arriba hacia bajo y sonrió–. Eres muy hermosa, sin duda eres mi tipo.

¿Su tipo?  ¿Y este quien se cree?

Ahora sí Marcus, vamos a ver si todavía soy tu tipo.

–Si hablo español— le solté cruzándome de brazos y sonriendo—. Español, italiano y obviamente alemán.

La sonrisa de Marcus desapareció, su cara es todo un poema hasta se puso pálido.

Yo quería reírme más de el.

Entonces se me ocurrió decirle:

–Otra cosa, Marcusito— me acerque a el, solo un poco para poder ver sus hermosos ojos verdes—. Tu no eres mi tipo de chico.

Bienvenido Marcus.