Capítulo 1

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Primer día de clase y ya solo pienso en que sea verano una vez más. Nada ha cambiado, sigue habiendo los mismos gilipollas en clase, pero al menos tengo a mis amigos para aguantar mejor las interminables horas que tengo que pasar encerrado entre estas paredes con ese uniforme que tanto pica (eso sin contar con lo horrendo que es).

Para que os hagáis una idea de mi vida, y bueno, de mí obviamente, os contaré como empezó esta historia poco convencional.

Mi último curso en este instituto de pijos, todos con la misma cara de insoportables, y con ese uniforme blanco y negro como si estuviéramos en una de esas viejas peles que ven nuestros abuelos los domingos antes de echar una larga siesta. Me siento poco inspirado para decidir que haré cuando salga de aquí, la verdad es que no tengo claro ni si quiera si pienso hacer la selectividad (llámalo como te dé la gana, porque a efectos, será el mismo sufrimiento). Mi vida, es un tanto vacía, rellena solo con dinero, presión, clases de piano y unos amigos que me arrastran para salir de casa los fines de semana.

Una vida para nada envidiable desde mi punto de vista.

Por cierto, lo siento por no presentarme, supongo que son las prisas... mi nombre es Cory Adams, y tengo 17 años y aquí os contaré la deprimente vida de un alumno de segundo de bachiller.

Después de la presentación de las asignaturas y todo ese rollo que no entiendo porque seguimos haciendo si ya conocemos a todos los profesores, el director ha dejado un comunicado, todos los viernes, las dos últimas del horario de los de segundo de bachiller estarán ocupados por charlas de profesionales de distintos campos, eso hasta previo aviso claro.

La verdad es que era un coñazo, mejor dicho, iba a ser un coñazo, pero no tenía otra alternativa que escucharla porque por mucho que me apeteciera, no iba a poder escaparme de allí.

Eso es todo lo que puedo contar con respecto al inicio de curso. En cuanto a las siguientes semanas, todos los días eran iguales practicamente, excepto por las conversaciones en los patios con Lucas y Maya, solíamos comentar los libros que leíamos, las series o las pelis, la última película fue la de "Rojo, Blanco y Sangre Azul" (los tres estábamos de acuerdo en que Taylor Zakhar está buenísimo, y el que diga lo contrario, miente).

En cuanto a las charlas, esas semanas vinieron médicos, abogados, ingenieros, policías, traductores, unos que estaban estudiando relaciones internacionales, unos contables, farmacéuticos... eso que yo recuerde, porque la verdad es que cuando llegaban yo estaba en mi mundo.

Bueno, en mi mundo, mi mundo... tampoco, al menos no en la que ha habido hoy, primer viernes de noviembre.

Hoy han venido los bomberos con un equipo de paramédicos que los acompañan siempre. Madre mía como estaba uno de los paramédicos, gracias Dios por regalarme tan preciosa imagen. No exagero, os prometo que cuando llegó el turno de preguntas, va y salta una de las de mi clase y le pregunta al paramédico: ¿Y usted está casado? Lo digo para saber como compagina sus horarios de trabajo con su relación

Quiso disimular pero la verdad es que eso sonó peor todavía. Sin embargo, el paramédico, creo que se llamaba Gabriel si no recuerdo mal, soltó una carcajada, pues porque le hizo gracia la pregunta claro, pero respondió amablemente:

-Si lo preguntas para saber si tengo pareja... siento comunicar que soy gay... y no, no estoy casado ni tengo pareja, así que no tengo mucho que compaginar- dijo entre risas.

Te juro que no podía dejar de mirarlo, era adictivo esto ya, creo que no he hecho caso a un hombre durante tanto tiempo en toda mi vida. Además mi mente ya estaba montándose sus propios escenarios ficticios con el paramédico.

Para que os hagáis una idea de como es: es un chico alto, quizás sobre los 1,90 creo yo, la camiseta le marca los músculos de los brazos, que tiene bastante definidos, no excesivamente, pero se nota que pida el gimnasio (al contrario que yo claro jajajaja). Tiene los ojos de marrón claro, con el sol, da la sensación de que aparecen pintitas amarillas en su mirada, como si sus ojos estuvieran hechos de oro. Además tiene el pelo negro y una piel bronceada. Y su sonrisa, te juro que no he visto dientes tan blancos en mi vida, emmm, ¿Hello? Dame el nombre de tu dentista, guapo.

Y su voz... pufff... es tan increíble, es grave, pero no demasiado.

En resumen, un dios griego al que rezo, y al que me gustaría hacer más cosas que rezar (ya podeis notar que estoy más salido que el pico de una mesa).

Cuando los bomberos y paramédicos se fueron, Maya y yo utilizamos nuestra faceta de detectives para encontrar su instagram. A ver, no era como si le fuera a hablar, porque me daría mucha vergüenza, pero por lo menos puedo ver sus post y deleitar mis ojos de vez en cuando (vamos que voy a ser su stalker personal, sorry, not sorry).

Tuve suerte de tener una amiga tan increíble, porque al poco rato pudo encontrar el instagram del chico, encima lo tenía público.

En fin, que malas son las hormonas.

Cuando regresé a mi casa, subí a la habitación luego de saludar a mi madre y me puse a hacer la tarea, hasta que me llegó una notificación al móvil...

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Si les gusta y quieren más, me ayudaría mucho que le dieran un me gusta para yo saberlo jsjsjsj
Y ya si dejan un comentario, intento publicar segundo cap hoy mismo jsjsjsj
Procuraré llevarla al día.

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⏰ Last updated: Jan 26 ⏰

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El precio de las llamasWhere stories live. Discover now