Cambiando el presente, parte 1

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Las explosiones y el creciente olor a peligro nublaban el juico de Izuku. No se dio cuenta de que le había quebrado el cuello a un reo, si no hasta tenerlo colgando de una llave que le había hecho. El escenario tormentoso que había sepultado se recreaba ante él. La misma playa, las mismas bestias marinas y los mismos robots. Si todo iba como vagamente recordaba, tenían que ir por aire para evitar más problemas. Miro a su alrededor, encontrando cerca de él únicamente a Gundou y al par de chicos que le había instado a salvar. Los demás ya no estaban, no supo en qué momento o si se encontraban cerca de él, debían reagruparlos de nuevo, pero en ese momento era casi imposible pues atendía asuntos más urgentes. Por el lado del tercio se encontraban resguardado ante un domo de aire doblado que Gundou había manifestado.

Pero no le dio importancia a eso, sino a lo que paso después. De un momento a otro comenzó a darse cuenta de que su consciencia regresaba y se iba, en ese lapso de oscuridad que era similar al dormitar se dio cuenta de que cada vez que la recuperaba estaba en lugares diferentes. La primera vez recobro la consciencia, cadáveres incinerados era lo que le rodeaba junto al olor de piel quemada. Para la segunda vez en sus manos tenía el cuello roto de una rea, su mirada de terror fue lo que le asusto. En la tercera, su mano había atravesado el estómago de otra persona y antes de volver a perder la consciencia sintió como su otra mano se movió atrás de él, expulsando una llamarada de fuego incontrolable.

Actualmente había despertado nuevamente. Su piel era negra como el de una rama incinerada, entre ellas resaltaban finas líneas rojas ardientes. Ver aquello le recordó la superficie peligrosa de un volcán. Volviendo a sus facultades, cayó en cuenta de que la forma berserk del firestroom había sido liberada. Aquella transformación se activaba cuando él estaba en una situación de peligro inminente, a pesar de él inmenso daño que ocasionaba a los enemigos. Izuku no veía la forma berserk como un triunfo o una carta de victoria, todo lo contrario. Significaba una derrota aplastante, pues lo llevaban a tomar medidas desesperadas.

El mar de reos locos que los habían emboscado era muy superior a cualquier ejercito que se hubiera enfrentado, sumándole al hecho de que tenía personas que cuidar no tuvo más remedio que desatarlo. Eso explicaba las pérdidas de consciencia, como decía su nomenclatura. El berserk era un estado de descontrol puro, un momento donde sacrificaba su energía y resistencia.

«Ya estoy pasando el punto de cansancio» pensó con frustración

Atrayendo la calma, soltó el hilo invisible que lo conectaba con el FS. Inhalo tan profundamente como pudo y se relajó. Inmediatamente un dolor punzante y penetrante le invadió, cayo de rodillas mientras sentía como sus músculos se contrarían. Lentamente su piel regreso a la normalidad. Se dejo caer en la arena, el calor de esta cocinando su piel herida fue lo que necesito para arrastrarse hacia la maleza. Escuchó los gritos de Gundou pero los ignoro, la textura áspera del pasto le recibió, la arena debajo de él se desmorono. Su cuerpo rodó por lo que parecía un acantilado, reboto fuertemente hasta detenerse sobre una precipitación de la cual emergía agua. Su visión oscurecida le impedía saber dónde se encontraba y sus oídos no eran de mucha ayuda. Finalmente paso lo que tenía que pasar, sus sentidos se inhibieron al igual que su consciencia.

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—¡Maldición! —. Exclamo molesto James

El vaso del cual bebía reventó contra una de las paredes del privado que había rentado no hacía mucho. Con el actuar histérico del hombre, la mesera que ya hacia vestida de conejita chillo de miedo.

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