Cinnamon | KENDALL JENNER

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Desde la última vez que Kendall y Marie se habían visto ya casi había pasado un mes.

La modelo había estado tan ocupada como de costumbre así que cualquier curiosidad que haya sentido por las dichosas cartas se vio aplazada por su demandante agenda.

Fue hasta que durante la temporada baja mientras tomaba un descanso con su familia se le ocurrió comentar casualmente lo sucedido con Marie, pensó que sería una anécdota divertida pero la reacción de su familia la hizo dudar de su comportamiento.

— Que grosera Nicole, debiste controlar tu boca y ser más educada— amonestó su madre.

— Ella no me gusta, las chicas en general no me gustan. ¿Por qué sería amable? Le daría esperanzas pese a que no tiene posibilidad— se defendió.

— Si es así, supongo que conseguiste apartarla definitivamente— concluyó Kim previo a que las hermanas se dispersaran. Solo Kylie se quedo con Kendall dándole una mirada crítica.

— ¿Qué?

— "Las chicas no me gustan"— arremedo con voz chillona.

— ¡Es verdad!

— Claro— se retiro también dejando a Kendall sola.

Algo conflictuada ante la situación Kendall decidió darle una ojeada a las cartas. Recuerda que vio un par de ellas pero las desecho de inmediato, probablemente si había más sería su madre quien las tuviera.

Apartó discretamente a su mamá de toda la convivencia familiar y le pregunto al respecto. La sonrisa que recibió la hizo retractarse en el acto pero fue demasiado tarde, Kris ya la llevaba hacia donde guardaba todos los recuerdos de la infancia de sus hijas.

— Estas son de los primeros años— le entregó un montón de hojas apiladas.

— Nunca leí esto, ¿por qué está abierto?— interrogó viendo el estado del papel.

— La pequeña Marie tenía tendencia a adjuntar cosas de su madre y era necesario abrirlas para devolverlas— explico buscando el resto— No te preocupes, nunca leí nada.

— Aunque lo hubieras hecho aquí no hay mucho que leer— contempló Kendall notando qué la mayoría de las hojas solo contenían unas pocas palabras y un montón de sellos, recortes y estampillas.

Al final Kris le entrego más de dos cajas llenas de sobres coloridos.

— Diviértete cariño, te diré cuando sea hora de cenar.

Kendall quedo sola procesando la enorme variedad, decidió dejar de lado las más antiguas y solo se centro en las que parecían recientes.

Tenía la fecha de hace dos años. Agitó el abultado sobre y escucho un sonido metálico venir desde dentro, se disponía a abrirlo cuando recordó las palabras de Marie respecto al papel.

Malhumorada observó la sutil cicatriz de su dedo y se dispuso a buscar algo con que abrirla. Una vez armada con unas tijeras se acercó a la caja y tomó nuevamente el sobre.

Al vaciarlo había una pulsera dentro junto con una hoja cuidadosamente doblada.

Estimada Kendall, me alegra presenciar otro año de triunfos para ti y tu carrera. Creo que eres muy buena en todo lo que haces, pero cuando subes a la pasarela no hay nadie mejor que tu.

Te admiro mucho y deseo poder ser igual de excepcional en mi propia área. ¿Te conté sobre mi postulacion para la escuela de enfermería? Pues lo logre, estaba nerviosa pero fui admitida. De hecho he estado ocupada arreglando las cosas para la mudanza.