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Ya estaba anocheciendo en el estado de California cuando un grupo de jóvenes alcoholizados se empezaban a animar alrededor de la piscina escuchando música triste y destapando nuevas botellas de licor para brindar por la cumpleañera.

Marie yacía sentada en una de las tumbonas mirando a los amigos de su hermano empinarse el contenido de la botella y tontear al respecto. Ella misma estaba ya bastante borracha, tenían una reserva ridícula de alcohol como para cien personas así que comenzaron a usar el alcohol para mezclar más alcohol y que de ahí nacieran los nuevos cócteles.

— Deberías beber esto Mar, es un trago en tu honor, lo prepare como un bloody Mary pero le puse takis en vez de apio y lo mezcle con el vino de hace un rato. Ahora es más rojo— le habló pesadamente un chico llamado Bane.

Aunque su subconsciente le dijo que debía ser una mezcla asquerosa se hayo asintiendo y bebiendo la improvisada bebida de todos modos. No sabía bien.

Ella odiaba el alcohol pero como sea, su querido hermano organizó esto para ella porque no quería la monotonía de cada año con mamá y papá para su cumpleaños más especial. Ya tenía 20 años, no era una adulta oficial pero ya podía ser arrestada. Era un pensamiento gracioso, estando ebria todo parecía gracioso. Comenzó a reírse y el tal Bane pareció tomarlo como una buena señal para acercarse a ella.

Se tiró en la misma tumbona que ella a tratar de conversar pero ella encontró más interesante ir a ver que estaban haciendo sus amigas. Ambas chicas tenían una pequeña charla mientras sumergían los tobillos en el agua de la alberca.

— Heyyyy...— se acercó torpemente.

Las dos jóvenes la miraron desenfocadas igualmente en estado de ebriedad, para la mayoría de los presentes era la primera vez bebiendo y ya estaban más allá de su límite.

— Feliiiiz cumpleaños Marie— murmuró una de ellas, ahora mismo Marie no recordaba quien era quien pero sabía que sus nombres eran Grace y Violet.

— Me siento mal— se quejo la otra haciendo salpicar agua con su pie.

— Yo también, ¿podemos ir a dormir?

Marie asintió y buscó a su hermano, él técnicamente tendría que ser el más sobrio de los presentes. Como no pudo encontrarlo en el patio le pidió a sus amigas que esperarán y se fue tambaleante a la cancha de tenis para buscarlo.

Mientras tanto en la cocina Joseph reflexionaba dramáticamente producto del alcohol lo mal hermano que era y lo horrible que estaba saliendo esa fiesta. Su hermana estaba entre borrachos que no conocía escuchando música deprimente. Escucho la puerta timbrar y creyó haberlo alucinado un minuto hasta que un toque más insistente le confirmo que había alguien fuera.

Un poco desorientado se levantó de donde estaba sentado y fue a atender, no esperaba más invitados pero si de casualidad se había corrido la voz sobre la fiesta tal vez la ocasión mejorará.

— ¿Si?— abrió con una sonrisa algo tonta, su cara cambio cuando vio quien estaba afuera.

— Niño, cuanto tiempo— saludo Kendall examinandolo superficialmente, dado que estaban en una fiesta en la piscina todos traían traje de baño, por lo que Joseph no traía camisa y solo usaba sandalias y bermudas.

El mayor de los Graham palmeo un par de veces en la cara a la modelo con incredulidad ganándose un ceño fruncido.

— T-tu jeje de hecho estas aquí...

— Y no sé por qué, en realidad. Podrías traer aquí a-

Joseph la jaló dentro de la casa y la dejo parada en el recibidor, tropezando subió corriendo las escaleras.

Cinnamon | KENDALL JENNER Where stories live. Discover now