Puede ser (TanZen)

Séptimo Ataque (Al Corazón)

"Puede ser que yo sienta amor hacia ti,

Puede ser que, siempre a mi lado, yo nunca vi..."

Could It Be - Christy Carlson Romano

Un mal presentimiento le provino a Zenitsu.

— ¡No lo hicieron...!

Sus temores se revelaron en forma de un grupo de amigos, nada menos que de la chica que humillo a Zenitsu con sus compinches, que también eran los mismos que lo golpearon antes.

— ¡Pero qué diablos es esto!

— ¿Qué ha pasado aquí? ¿Y la fiesta donde quedo?

— ¿Debíamos venir disfrazados?

— ¡Tú! — Una uña postiza señalo a Zenitsu seguido de un bufido descontento— Seguro fuiste tú, ¿Echaste mano a los arreglos de la fiesta a última hora y ahora me quieres humillar al presentarme en estas fachas? ¡Embustero!

— Créeme, yo no tengo nada que ver.

— ¡Mentiroso! Solo sabes escudarte con excusas tontas.

— Estas aquí para que te de una tunda gratis, maldita— rugió Inosuke.

— Tranquilo, jabalí— Hablo uno de los hombres, socarrón— Ahora bien, ¿Qué fue del baile de fin de curso? ¿Qué nos perdimos?

— Quien sabe— farfullo Aoi, mirándose las uñas con indiferencia.

— No importa donde sea, una buena fiesta es donde hay y buenos amigos— Tanjiro se puso de lado de Zenitsu, que estaba tieso como una tabla— ¿No están de acuerdo?

La chica miro de reojo a Tanjiro, escudando al rubio, y lo entendió todo.

— No me digas que me has hecho venir aquí solo para arreglar cuentas con este.

— En realidad sí, pero veo que no hay mucha intención de tu parte.

— ¡Ni la habrá nunca! Este mequetrefe es-

— Oye, parale, me aburro.

La niña se giró a mirar a quien se atrevió a interrumpirla. Nada menos que uno de sus amigos, Zenitsu lo recordaba como el más animado a patearlo tras los basureros.

— Ha sido bueno mientras duro, me desquite de Agatsuma y todo eso, ¿Pero no tienes nada nuevo que decir? — pregunto el muchacho, viendo hacia la chica con nada menos que desinterés y aburrimiento.

— Sigues repitiendo "Zenitsu esto, Zenitsu aquello", suenas chalada de tanto que lo mencionas.

— Al principio estuvo bien, las historias vergonzosas que contabas sobre el delegado estuvieron muy graciosas.

— Cuando nos pediste que le diéramos una lección, ¿Cómo no aprovechar? Ya me tenía harto con las multas por usar mal la corbata. ¡Me desquite ese día!

El primer chico que hablo y que era también líder del grupo, giro los ojos en blanco con apatía hacia la niña.

— Nos divertimos un buen tiempo, pero ya paso.

— Esperen, no entiendo... ¿Qué están diciendo?

— ¿No oíste? Esto se volvió aburrido. Yo me voy con mis cuates a otro lado.

— ¡Esperen, por favor! — Salió de su estupor cuando los vio dirigirse a la salida sin ella— ¿Qué significa esto?

— Niña tonta, ¿De verdad crees que solo porque nos lo pediste fuimos tras el delegado Agatsuma a lo gratis? ¡Por favor! Su reputación estaba en la cuerda floja cuando gritaste esas cosas en la cafetería, fue entonces que supimos que era el momento de la venganza.