...-¡Go to the Vegas! (1)-...

334 26 37
                                    

Cada minuto era un día más de su sufrimiento, ir a la escuela ahora significaba estar rodeado de personas que se burlarían de el.
Juan cada día aparecía más seguido en sus sueños, incluyendo los más húmedos que pudiera tener. Agradecía vivir solo, se masturbaba para poder deshacer esas ganas que tenía del chico, sim embargo, no era algo que le le de resultados positivos, la mayoría daban más ganas de tenerlo a su lado al castaño gimiendo su nombre una y otra vez sin parar. Cosa que, si Rodrigo lo supiera, probablemente se asustaría y mandaría al sicólogo a Iván, o peor, al manicomio.

Lastima esas cosas no eran algo que el manicomio pudiera solucionarle a Iván, su caso era especial, el amaba a Juan e incluso haría cualquier cosa por tenerlo a su lado, no siendo un juguete sexual, si no su acompañante de vida, para toda la eternidad.

Iván, si vas a seguir durmiendo en mi clase, será mejor que te vayas o llamaré a tus padres para que de una vez te vayas despidiendo de este colegio. el pelinegro se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta rodeando la manija de esta con su mano, antes de irse sonrió y miro al profesor de la clase y a todos sus compañeros.

Que sepan todos ustedes, manga de pelotudos, que me cogí al pibe más lindo, putos vírgenes. — salió de la sala de clases de dónde estaba, dejando a todos boquiabiertos, nadie se había cogido a Juan.

Recordemos que a este se le conocía por su gran cuerpo afeminado, sus muslos gordos, su lindo rostro redondo junto a esas rosadas y hinchadas mejillas, labios rojos pomposos y apetitosos, el culo más grande de todos y una cintura perfecta.
Todos o casi todos habían tratado de conseguir a Juan para follarlo y así presumir le a todos que pudo follarse al más delicioso de la clase, lastimosamente todos salieron aplastados por las manos de el padre de Juan y por las uñas de la madre de el nombrado.

Admirador ¿No es así?

Iván se dirigió a los baños a refrescarse la cara, sus padres estarían enojados con el pero tampoco le importaba mucho, tenía 17 años, no había nada de lo que tuviera que preocupar, era algo que los adolescentes hacían siempre ¿O no?

Se miró al espejo, visualizo a un chico de baja estatura, bandana roja, cachetes rosados, polo rosado parado en los baños mirándolo.

Iván sabía que Juan haría caso a lo que decía, era claramente un chico obediente incluso cuando no debía serlo, era algo que no podía evitarlo.

Cuando te dije que vengas, pensé que te ibas a tomar dos días en llegar, pero parece que tenías preparado cuando llegue ese momento. . . — Iván sonrió orgulloso y giro su mirada enfocándose en los labios de Juan, tan apetitosos.

El mayor solo soltó una risita, estaban completamente solos, nadie más presente en ese baño, solamente ellos.
Se acercó a Iván colocando sus manos en el pecho del menor y más alto, acercándose a su rostro.

Cuando digo que voy a venir, no es broma. Y quiero que lo tomes como un nuevo descubrimiento mío, hazte saber sobre las cosas que podrás encontrar en mi, soy mejor que cualquier otro chico de esta escuela y de eso nadie puede dudarlo, así que ve preparando lo que vas a hacer conmigo, no vine aquí solo para hablarte. — Juan era un chico tierno, pero en estos momentos se le olvidó el rol de ser alguien tierno y lo había cambiado a ser alguien coqueto y prometedor.

Iván posó sus manos en la cintura del más bajo subiendo el polo de Juan hasta sus pechos.
Había esperado esto durante tanto tiempo, aún estaba impresionado por lo que había hecho Juan para llegar hasta aquí y darle una sorpresa en los baños de el colegio.

¿Queres ver lo que aprendí en "PornHub"?

Eres un asqueroso, Iván, que lo sepas. — Juan empezó a reír, Iván también.

Siempre hacían bromas de ese tipo, pero está vez, Juan quería creer que era una broma aunque supiera que Iván era muy capaz de ello.

¿Y vos no? Vos siempre fuiste grosero y obsceno conmigo ¿Por qué ahora negas algo que vos también hiciste en un pasado? — enarcó una ceja curioso, acercó más su rostro al de Juan rozando sus labios con los del castaño empezando a creer que, se metería en problemas por hacer esto en la escuela.

Juan no respondió y solo beso a Iván como era debido, sus manos traviesas entraron debajo de la camiseta de Iván empezando a tocar su cuerpo con descaro.
Esos delgados dedos querían explorar un poco la parte de abajo del menor, quería saber que tan grande era esa "cosita" que estaba cubriendo el pantalón y boxer de Iván.

Su saliva se mezclaba, al igual que sus lenguas. Ambos desearon este momento durante años, siglos e incluso durante los minutos que se habían hablado gracias a una pantalla.

Sin duda, todo esto nunca podría haber existido si Rodrigo no le hubiera mencionado ese número de teléfono.

El ambiente se les hacía más divertido, hasta que alguien entro al baño.

¡¡Opaaa!! ¿Iván? Pensé que lo de ser tryhard en todo era broma pero. . . Tampoco en los baños chaval. — Raúl era un amigo enemigo de Iván, sin embargo, se llevaban muy bien ambos chicos, el menor rápidamente se separó de los labios de Juan.

Avergonzados por ese momento tan embarazoso decidieron disculparse, aunque Raúl aún así quería reír y llorar por la pareja, si Sara estuviera aquí probablemente seguiría siendo feliz.

Te doy plata para que no digas nada.

No hace falta Iván, con que tenga yo el padrino de tus hijos todo bien. — bromeó el de mechón naranja.

Uhm no 'Mauron' no voy a tener hijos, no mientras esté con el. — algo era claro y es que, los hombres no tenían bebés, si pudieran tenerlos, Juan y Iván tendrían 60 hijos merodeando por su hogar.

¿Seguro, Juanito? Para mí que Iván quiere diez mil hijos contigo sin pensarlo, mira nada más como lo dejaste. miró disimuladamente la entrepierna de Iván, la erección que tenía era inmensa y no hacía nada para poder ocultarla.

Raul rió a carcajadas y Juan lo siguió, Iván se posicionó atrás de Juan y se avergonzó por tal hecho aunque ya de lo veía venir, era obvio y bueno. . . Teniendo a Juan ¿A quién no se le para?

Después de ese momento, Juan le propuso a Iván que vayan a las Vegas, era un lugar muy bonito y además habían muchísimas cosas las cuales podían ir a hacer por allí.
Sin excusas, Iván y Juan se prepararon y se bañaron, mientras se bañaban hubieron toques y roces en sus partes intimidas, era de esperarse, el tiempo y la falta de cariño que se habían dado era el causante de esto.

¡Iván no~! ¿Que tal si seguimos otro día? — aún así Juan no estaba acostumbrado a hacerlo, al menos no con Iván.

El menor bufo molesto, le dió un piquito en los labios a Juan y salieron del baño riendo y contando anecdotas de cuando estuvieron lejos. Obviamente sin dejar de mirarse a los ojos con ganas de besarse hasta que esa sea la última respiración que puedan dar.

෴LLAMADA TELEFÓNICA🫀↑↓Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon