𝘓𝘜𝘕𝘌𝘚

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Última semana de clases, ni siquiera han llegado las vacaciones todavía y todo ya es un desmadre.

Guillermo sostuvo el manubrio de su bicicleta, caminando al lado de ella ¿No sería más fácil subir en ella e irse? Pues lo hubiera sido, pero su hermano insistió en que era algo peligroso y que no dejaría que le pase nada en su presencia.

Si, como no. Lo dice el muchacho que le abrió la cabeza jugando luchitas, muy maduro de tú parte Rafael.

—¡Guillermo!

El rizado volteó hacia atrás al escuchar su nombre. El sonido de la patineta siendo arrastrada por el pavimento de inmediato lo hizo saber que se trataba de Andrés,  su mejor amigo desde el kinder y un hermano para Memo.

Ambos adolescentes se saludaron con el típico chocalas y un puñito para finalizar. Memo podría odiar a todo mundo, separarse de la sociedad, desaparecer e incluso así, a la única persona que llevaría consigo hasta el final del universo sería a Andrés.

Y Andrés…Andrés se reía cada vez que Guillermo se tropezaba delante suyo.

El transcurso fue demasiado callado, incluso se formó cierta tensión entre Rafa y el amigo de su hermano, Guille podía oler el nerviosismo en las feromonas de ambos.

No es un secreto para nadie que a Guardado le gusta Rafa desde que era un niño, sin importar que era el hermano de su mejor amigo y dos años mayor. Rafa también lo encontraba atractivo, no podía negar que Andresito se convirtió en un omega muy bonito, pero no quería que las cosas se hicieran más incómodas de lo que ya podían ser.

Así que, los tres se mantuvieron en silencio todo el camino hacia la secundaria. Al llegar, Rafael dejó a su hermanito en la entrada de la escuela, insistiendo nuevamente en que si alguien lo tocaba iría a partirle su madre.

Los dos omegas se adentraron a la escuela. Memo dejó su bicicleta en la entrada al lado de dirección, porque si la dejaba en otro lado corría el riesgo de que se la robaran. Andrés solo estaba a su lado mientras sostenía su patineta.

—No se que le ves wey—dijo mientras acomodaba su bici—Está bien pinche feo.

—No digas eso, es tú carnal—Andrés se sintió cohibido al escuchar aquello.

—Que sea mi hermano no le quita lo feo—Memo lo miro a los ojos—Se la pasa jugando con sus parejas y luego las ignora, ¿Quieres que haga lo mismo contigo, pendejo? Ya te lo dije mil veces y no…

El principito frunció el entrecejo al escuchar el mismo regaño de siempre y antes de que pudiera seguir lo interrumpió.

—Bueno cabrón, tengo mis motivos para que me guste—el más bajito suspiro—pero a mí se me hace que estás celoso.

—¿Yo? No digas mamadas Andrés—el rizado rodó  los ojos y negó de sobremanera.

A la mejor si estaba un poquito celoso...

En primera; Rafa era su hermano, siempre va a cuidar de él por sobre todo. Segunda; Andrés era lo que más quería en la vida y no le gustaba compartirlo con nadie.

¿Cómo vergas no iba a estar celoso?

Se dirigieron hacia su salón y decidieron no volver a tocar el tema. En el aula ya los estaban esperando sus amigos, al ser la última semana de clases solo iban a hacerse pendejos a la escuela.

Bueno, ellos siempre iban a hacerse pendejos.

Los adolescentes estaban amontonados en una banca y se reían a carcajadas mientras veían el teléfono de Stephany.

—¿Ahora de qué se ríen, pendejos?—preguntó Memo, sentándose al lado de Javier.

—No mames, enséñale el vídeo a Memo—ahogándose en su risa, Hirving le dijo a Stephany, quien puso el teléfono delante del Omega rizado.

 ╰► 𝘈𝘭𝘨𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰¦𝘮𝘦𝘤𝘩𝘰𝘢 Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang