El día opuesto L.S. (Omegaverse)

Capítulo 1

—Hazle caso —agregó Louis—. No hagas esperar a tu omega.

En otra circunstancia Louis se sentiría intrigado por la reacción de Harry.
Había fruncido el ceño como si estuviese en desacuerdo al llamar a esa chica -que había conocido hace dos días- su omega.

No dijo nada. Solo se apartó y el omega al fin pudo llegar al último escalón.

—¿Trajiste las que tienen cobertura simple? —preguntó Harry, interesado en el empaque de donas.

—No. —contestó tajante al atravesar la puerta que daba al pasillo.

Louis ni siquiera se sorprendió al llegar al mismo tiempo que Harry, justo en frente de la puerta del departamento de Niall.

¿Acaso había corrido solo para molestarle otra vez?
¿Y la omega? Bueno, no le era tan difícil creer que habría ignorado a la chica. Era bastante obvio que Harry podría conseguir otro acompañante siempre que quisiera.

Lo ignoró. Pensando en que tal vez se había equivocado al suponer que aquella chica sería la compañía del alfa esa tarde.

—Y... —habló Harry balanceándose en las puntas de sus pies. Esperaban que Niall abriera— ¿Trajiste donas con cobertura de azúcar?

—No molestes. —resopló y tocó el timbre tres veces más para hacer notar su urgencia.

—Que amargado eres.

Louis resopló una vez más. Cerró los ojos para calmarse y después giró la cabeza.

—Deja de hablarme, pedazo de ignorante. —dijo con su mejor tono amable.

Harry frunció el ceño, pero no pudo decir ninguna palabra. La puerta fue abierta y del interior salió ese característico aroma que te indica que no tienes muchas habilidades en la cocina. El olor a quemado hizo que tosieran.

Niall no pudo ni darles la bienvenida porque de inmediato salió corriendo de regreso a la cocina. Louis siguió sus pasos al igual que Harry.

—Mierda... —dijo Niall mientras abanicaba el humo con una charola.

Louis tosió después de dejar la caja de donas sobre la encimera.

—¿Intentaste cocinar? —le preguntó a su amigo mientras abría la ventana más cercana.

—Se que soy un fracaso en la cocina, pero quise intentarlo —respondió Niall—. Encontré un video en TikTok del queque más esponjoso del mundo. Tres ingredientes muchachos, ¡tres!

Había emoción y decepción en su pequeña anécdota que terminó en su cocina siendo un desastre. Sobre el mesón se encontraba la preparación, dura y carbonizada por completo.

Harry carcajeó tomándose la libertad de abrir la caja de donas para tomar la que más le gustaba. Cubierta simple de azúcar.

—¡Oye, yo no compre eso para ti! —le reclamó Louis acercándose furioso.

El alfa lo ignoró y miro al otro omega que revisaba el horno por si había algún daño que no hubiera notado. Había visto videos donde las cocinas explotaban así que esa era una de sus preocupaciones.

—Se supone que cuando metes una preparación al horno debes estar al pendiente —dijo Harry dando un mordisco a su dona—. Lo olvidaste, ¿cierto?

Claro, Niall había olvidado ese pequeño detalle, meter la masa al horno y considerar que cuarenta minutos de espera sería suficiente para colocarse una mascarilla.
Se quedó dormido olvidando el queque.

—Aprendí la lección, gracias.

Harry estaba a punto de tomar una segunda dona hasta que recibió un manotazo en el dorso de su mano.