—En el contrato que firmaste, aceptas que nunca renunciarás —susurró él acercándose más y la cara de la muchacha cambió a caos—. Tampoco puedes salir de aquí a menos que yo te lo autorice.

Lily bufó.

—Déjeme adivinar —reclamó ella alterada—. Sección posesivo egocéntrico, clausula psicópata dominante, área de trabajo: sentada en su polla. —Estaba furiosa.

Christopher sonrío malicioso.

—No sabía que eras adivina, Lily —la fastidió e inhaló profundo, satisfecho.

Se miraron con agudeza. Christopher le dio unos segundos para que aceptara su destino y, cuando la vio acorralada, sin respuestas sólidas para refutar, se acercó a ella otra vez, cerrando todo el espacio que los dividía.

La muchacha se vio atrapada entre el muro tras ella y el imponente cuerpo de Christopher.

Quiso marcar distancia, pero cuando puso sus manos en su pecho para distanciarlo, la cosa le resultó peor, porque se encontró con endurecidos pectorales que solo la hicieron alucinar perversidades.

Con furia lo enfrentó:

—Supongo que ahora que pretende retenerme aquí y contra mi voluntad, tendrá carbohidratos para hacerme feliz.

Christopher sonrió y se atrevió a acariciarle la mejilla.

Fue un roce que la alteró en demasía y, por supuesto, él pudo sentir bajo su tacto su acelerada respiración.

—Nena, te voy a hacer muy feliz.

Con un dolor terrible, la pobre Lily tuvo que aceptar su derrota. Dejó de luchar. Dejó caer los hombros y soltó un gran suspiro de pesadez.

—Volvamos al trabajo —siseó cabizbaja y regresó a la mesa, donde el proyecto del nuevo número los esperaba.

Tuvo que sentarse otra vez sobre su regazo, pero se mantuvo de piedra y Christopher también, aunque con disimulo le rozó el muslo una que otra vez.

No todo podía ser seducción. Debían aplicar seriedad o terminarían sin pan ni pedazo. Los dos lo sabían y, además, Rossi se conformaba porque, al menos, ya la tenía bajo su control.

Mientras Lily estudiaba las estadísticas de sus suscriptores para crear su propio artículo, Rossi se quedó abstraído en sus pensamientos. Desde su silla la miraba con los ojos entrecerrados y luchaba por explicarse qué le había hecho esa demonio de cabello frondoso y mal gusto para las faldas.

Intentaba encontrar una respuesta. Tal vez era su lengua viperina, la que siempre lo dejaba callado. Tal vez era su espontaneidad, su forma bonita de enfrentarse a la vida. O su maldito hoyuelo.

—Pequeño demonio —murmuró con rabia.

Lily levantó la vista de los números cuando lo oyó pelear entre dientes y, atenta como siempre, le preguntó:

—Disculpe, ¿dijo algo?

Christopher negó sin quitarle los ojos de encima.

Ella notó que algo lo perturbaba, pero como el hombre nada dijo, ella regresó a sus números y análisis.

Trató de concentrarse, pero entonces descubrió que su jefe no dejaba de mirarla. Tenía una mirada intensa, que la incomodaba.

Christopher pensó en las mejores mujeres que habían desfilado por su cama y trató de encontrarle una explicación a lo que le estaba sucediendo con Lily.

—Bueno, basta —le dijo ella de la nada y con calma lo miró firme. Rossi apretó el ceño, liado por lo que ella le pedía—. ¿Por qué me está mirando así? —le preguntó avergonzada.

Nunca pensó que se sentiría tan intimidada por un hombre, mucho menos uno como Christopher Rossi, el playboy del mundo editorial.

—Porque no puedo entender qué me hiciste —le respondió él, sincero.

No iba a ocultar su obsesión por ella. Había despertado de la nada, acompañada de un revoltijo de tripas enloquecedor y una ansiedad por tenerla a su lado que ni el pobre hámster calmaba.

Lily sonrió y trató de ser objetiva. Se puso seria y buscó darle una solución a su problema.

—Vamos a ser sinceros. Yo a usted no le gusto, solo soy un capricho que se le va a quitar cuando tenga sexo con una supermodelo o cuando me vea desnuda —afirmó sonriente, tomándoselo con humor. Christopher frunció los labios, no muy convencido de lo que ella le decía—. Piense. Yo no encajo con el tipo de mujer que usted... frecuenta, muy por el contrario.

—¿Y qué sugieres? —insistió él sin convencerse.

Lily se levantó de su silla, triunfante, sintiendo que por fin iba a poder deshacerse de él y su extraña obsesión por poseerla.

—Le consigo la modelo que usted quiera, se acuesta con ella y yo desaparezco de sus pensamientos o lo que sea —dijo ella con mueca nauseabunda.

No se imaginaba metida en sus pensamientos. De seguro todos eran pornográficos.

Christopher estiró los labios, para nada tentado.

—No lo sé... —susurró mirándola y disimulando una sonrisa—. No sé si seas un capricho, Lilibeth. —La miró con picardía. Ella se agitó cuando lo oyó pronunciar su nombre completo y de esa forma tan perspicaz—. Probemos primero viéndote desnuda.

La cara de Lily cambió drásticamente. Inspiró antes de quedarse sin respiración y pensó lo más rápido que pudo para quitarle esa idea de la cabeza.

—Primero la modelo —porfió ella. Ni loca se desnudaba frente a Rossi—. Si cazar modelos no funciona, me ve desnuda, pero créame, voy a causarle pesadillas —se rio.

No se trataba de desprestigiar su cuerpo. La verdad era que, sus muslos regordetes y sus caderas anchas nunca le habían causado problemas, solo intentaba ser realista respecto a las proporciones con las que Christopher solía relacionarse y manosearse.

Las modelos poseían pesos y medidas perfectas. Ella sería una anomalía para él.

—Acepto —respondió Chris con mirada desafiante.

Lily se alegró en demasía, a sabiendas de que pronto terminaría su pesadilla.

—¡Genial! —exclamó feliz—. Esta noche hay una fiesta y, usted y yo, iremos de cacería.


***

Buenas

Lily es una genia, pero que ha sido atrapada por su Chris.

Primero jajjaajajja, lo del contrato XDDD, me meo, porque Chris es un posesivo toxico que no va a dejarla ni respirar sin él. Cuando Lily dice: lugar de trabajo, sobre su polla AJAJAJAJAJAJAAJ c mamo.

Ahora, Ni el propio Chris entiende que verga le sucede con Lily, no se lo explica, pero sabe que es fuerte y que por ella ha estado tomando decisiones impulsivas, como el contrato. Y todo para retenerla.

Ahora, Lily lo convenció para que vayan a cazar una modelo, él se acueste con ella y él pueda quitarse el capricho que Lily le causa, sino... tendrá que verla desnuda.

jajaajajajajaj esto va a terminar malllllll, yo lo sé jaajajajajajajajajaj

me rio de solo pensarlo XD

con amor

C&C

Suya por contratoWhere stories live. Discover now