P&T. pt. 3 Your Name On My Skin.

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El cuerpo de Jeff tembló de placer al sentir el glande de Nakunta golpeando su próstata y un agudo gemido se escapó de su garganta en modo de petición para que volviera a hacer exactamente el mismo movimiento, el menor acomodo las piernas a los costados del pelinegro y sus manos sujetaron con fuerza la cintura de Jeff, deleitándose con la linda cueva de su espalda baja que había formado, pero lamentablemente no pudo hacerlo demasiado, ya que sin pensarlo echó la cabeza hacia atrás soltando roncos gemidos antes de correrse en el interior del mayor, dejándose caer a un lado de la cama recuperando la respiración.

La habitación quedó en silencio y Jeff seguía acostado boca abajo, con la cabeza girada hacia Nakunta con los ojos cerrados y el cabello desordenado, su frente estaba cubierta de sudor al igual que su cuerpo y sus mejillas tenían un ligero color carmín el cual aceleró el corazón de Ta apenas lo vio.

Jeff no tenía idea de todo lo que le provocaba simplemente existir.

El tatuador se levantó y entró al baño en busca de toallas de papel para limpiarse y limpiar al mayor, se dio la media vuelta luego de hacerlo, pero una mano rodeó su muñeca deteniéndose.

-Ven aquí, Ta- Murmuró Jeff manteniendo los ojos cerrados- no te vayas.

Nakunta sonrió y se acostó en la cama, busco la mano de Jeff y el mayor fue hasta donde estaba él, acomodando la mitad del cuerpo sobre de él de Ta, enredados sus piernas y descansando un brazo sobre el pecho ajeno para quedarse profundamente dormido gracias a las suaves y delicadas caricias del menor por sus hombros y espalda.

Y bastaron unos pocos segundos para que Nakunta cerrase los ojos, no sin antes dejar un beso en la frente del mayor.

La alarma del móvil que se encontraba en la mesita de noche sonó a la mañana siguiente obligando a Jeff a levantar el brazo para apagarla, sin abrir los ojos ni levantar la cabeza de la almohada, se encontraba durmiendo boca abajo y estaba tan cómodo, tan cálido bajo las sábanas, especialmente por un fuerte brazo que rodeaba delicadamente su cintura y que lo hacía sentir protegido.

Pero debe levantarse.

Sus obligaciones de estudiante responsable lo llamaban

Con pereza levantó la cabeza de la almohada y sus ojos se llenaron de lágrimas al bostezar, abrió los ojos y giró el rostro hacia su izquierda para contemplar al chico más asombroso del universo.

De su universo

Sin darse cuenta esbozo una sonrisa y se levantó de la cama para darse una ducha, salió a los pocos minutos después y se dispuso a recoger su ropa que estaba esparcida por el suelo de la habitación.

Se sentó al borde de la cama y comenzó a vestirse

- ¿Ya te debes ir? - preguntó una voz ronca detrás de él. Pronto siento un beso en su nuca y sonrió mientras se colocaba los zapatos.

-Tengo clase a las nueve- Respondió Jeff mirando el reloj de la mesita de noche.

- ¿Llegarás a tiempo en autobús? - Nakunta se levantó de la cama intentando no tropezar con las sábanas que se había llevado con el enrollándose en su cadera- Te iré a dejar

- ¿En la moto? -cuestionó el mayor levantándose para acomodarse el suéter y buscar su mochila, la cual estaba seguro de que estaba por allí, solo que no sabía dónde.

- ¿Por qué no? - Dijo Nakunta, deteniéndose a mitad de la habitación

Lo conocía también.

Y amaba esa mirada encantadora, pícara y a la vez tímida en el mayor, cada vez que le hacía saber indirectamente que su relación no era sólo sexo.

JeffTa OS CompilationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora