Aquí ya no hay donde esconderse
Cualquier atisbo de inocencia y ternura
Será devorado sin tregua hábilmente
Ya no podrás trascender tu carencia.
El monstruo que sugiere un regalo
Absorberá por completo tu presencia
Embargada por la ebria ilusión
Con que te estás embriagando
Aquellos deseos totalmente vanales...
Quizá sensualidad tan sugerente
Cómo lo es la cálida mano que suave
Acaricia el rostro de la infancia
Que ingenua se posa en el regazo
De la figura maternal que la apacigua.
Es un trasparente pegamento
Donde vas resbalando mientras
El placer y la lujuria es dulce ungüento
Con que te vas untando deliciosamente.
Cuando quieras darte cuenta
Estarás en lo profundo del abismo
Querrías salir...pero ya ni fuerzas
Para poder afrontar este inmenso hito....
No habrás caído en la profundidad
Hasta que estés de frente
Ante el lago oscuro que reflejará
Que en realidad ese abismo
Es tu propia voluntad.
5-9-23 M.I.G.
