媛 • ( a veces me quedó
atrapado en el medio,
eres dulce y salada a la vez.
dime algo y simplemente
mantengámoslo natural. )
── "sé que piensas que estoy
jugando contigo, pero créeme
cuando te digo que no quiero a
nadie más que a ti."
( ✩ )...
"¡Eres una tonta!, ¿el tinte que tienes encima no te deja pensar?"
"¡No me culpes por tu irresponsabilidad, el manto lo debiste de colocar tú, grandísimo imbécil!"
"¡Ya cállate y ayúdame!"
Fue la última conversación que ambos tuvieron antes de que todo se fuera al caño. Una mala percepción del tiempo y lugar los llevo a enfrentar las consecuencias de las pequeñas peleas que tuvieron a lo largo del camino, que terminaron haciendo que se olvidaran del pequeño detalle que era el preparar y colocar el manto para poder exorcizar a la maldición de la cual estaban encargados. Ahora, tenían a toda la prensa encima y las personas preguntándose si se trataba de un ataque terrorista, aunque ese era la menor de sus preocupaciones, el verdadero problema era enfrentarse a un muy enojado director Masamichi, cosa que querían evitar a toda costa.
Es por esa razón que ahora se encontraban sentados en el balcón de una cafetería, preparándose mentalmente para el sermón que les espera en el momento en que pisaran un pie dentro de la escuela.
━Probablemente te termine golpeando ━opinó Aiko, dándole un sorbo a su café, con cuidado de no lastimar más su boca. El suspiro de un muy estresado Satoru no se hizo esperar.
━Y yo obviamente dejaré que lo haga ━agitó su cabeza hacia los lados ligeramente y luego le pegó un mordisco a su dona, detallando por un momento el rostro de su amiga. ━¿Te duele aún? ━cuestionó alzando su dedo índice en dirección a la cara de la pelirroja y, aunque apenas y sus yemas rozaron la herida, Aiko por reflejo echó su cuerpo hacia atrás.
━Por supuesto que me duele, no hiciste nada más que empeorarlo ━la menor le dio una palmada a la mano del albino, y lo escuchó chasquear su lengua en desagrado dejando la dona en su plato para darle una mirada de ofendido.
━No seas malagradecida, limpié la sangre de tu rostro, ya es mucha avaricia querer que te sane, apenas y puedo usar la técnica inversa en mí. Eso déjaselo a Shoko ━rodó los ojos de mala gana, y volvió a tomar la dona con determinación para terminársela de comer. Aiko suspiró y negó con su cabeza volviendo a tomar un sorbo de café, detallando disimuladamente a su compañero, al igual que él lo hizo con ella, sin embargo, esta vez se tomó su tiempo al hacerlo.
El ambiente entre ambos estaba tenso, nada de bromas por parte de Satoru, y nada de risas ni quejas por parte de Aiko. Sabían el riesgo que llegaron a correr en la misión por descuido de ambos, y eso no los dejaba hacer ni un solo chiste. Evitaban cruzar miradas, Gojo sabía que si no hubiese llegado a tiempo pudo haber corrido el riesgo de tener a Aiko entre sus brazos, herida en gravedad, y Aiko sabe que, si no hubiese empleado su técnica, el daño hubiese sido peor.