xvi. checkmate, thomas

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—¡Suéltalo, Pike!— ordenó Marcus, apuntándole también con el rifle.

—No puedo— justificó Charles, llevándose la radio a la boca y pulsando el botón para hablar— Dispara a los pies.— unas cuantas balas comenzaron a caer sobre los pies de los skaikru, que se agacharon un poco para evitar hacerse más daño— Se acabó, bajad las armas.

—Blair, Kane, disparadle— Octavia sonaba desesperada, y es que lo estaba. Se intentaba controlar para no lanzarse a Pike y matarlo por lo que había hecho con el amor de su vida.

—No puedo.— contestó en voz baja Kane, maldiciendo por lo bajo no poder acabar con el moreno— Monty está en la trayectoria.

—Vamos, Marcus.— vaciló Pike— Le prometí a la madre de Monty que volvería con vida. No me hagas quedar como un mentiroso.

El tío de Blair bajó su arma con lentitud, pero la castaña no lo hizo. Pike la miró, retándola y eso solo hizo que las ganas de asesinarlo a sangre fría aumentaran dentro del sistema de jusheda.

—Baja el arco, Parker— ordenó Charles, soltando un suspiro pesado.

—Vas a tener que darme otra razón mejor, campeón.— se mofó de él la comandante de la sangre, ladeando la cabeza y alzando las cejas con diversión— Yo no acato tus órdenes.

—¿Qué tal si pongo ésta pistola en el cerebro de Monty como ya lo he hecho con otros terrestres?

Hijo de puta.

Blair dio dos pasos más hacia Pike, viendo cómo éste daba una orden que no pudo escuchar por la radio. Enseguida, una bala voló hasta la pierna de Blair. La castaña gruñó, llevando su vista a la herida y restándole importancia al ver que era superficial. Por lo menos, los tiradores eran malísimos.

—¡Vamos, Charles!— exclamó jusheda, sonriendo con arrogancia hacia él— No seas aburrido y deja la radio. Baja y lucha a muerte conmigo.

—Se ha acabado, Blair— repitió Pike— Baja el arma.

—Yo decido cuando se acaba, no tú— espetó con desdén la arquera, despertando ira en el interior del canciller.

—Eres una terrestre.— escupió sus palabras Pike, mirando con asco a la joven y reprimiendo una risa burlona.

Blair sonrió irónicamente.

—Y por eso mismo, tú no tienes autoridad sobre mí.

Bellamy miró a jusheda con temor. Sabía que lo que quería Blair era que la disparasen o que Pike rabiase como un perro, pero eso solo podía llevarla de nuevo a la muerte. La castaña no parecía asustada, y ese era el mayor peligro.

Octavia observó de soslayo como Marcus respiraba profundamente antes de dejar su rifle en el suelo y alzar las manos en señal de rendición.

—Kane, no.

—¿Pero tú eres gilipollas?— cuestionó Parker, mirando a su tío atónita.

—Ahora vosotras.— ordenó Charles, señalando a las otras dos skaikru, que se miraron entre ellas y sacudieron la cabeza.

Ninguna de las dos soltó su arma, es más, Octavia afianzó el agarre con su hermano y colocó su espada aún más cerca del cuello de Blake, dispuesta a contárselo si la cosa se torcía. Pike se llevó la radio a los labios, ésta vez alzando su tono de voz:

—Dispara en la pierna de Octavia.

Y antes de que Blair o la chica pudiesen reaccionar, Bellamy tiró de su hermana pequeña y la lanzó al suelo para después de controlar con sus manos atadas su espada y amenazar con cortarla. Jusheda apretó sus labios, buscando alguna manera de salvar a su mejor amiga.

𝐄𝐗𝐈𝐋𝐄, 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐛𝐥𝐚𝐤𝐞 ³Where stories live. Discover now