-Dijiste que comeríamos algo decente -Ava observa la pizza con reproche.

-A mí no me juzgues que de ser por ti no hubiesen comido ni verga.

-Ya no peleen -pido tapándome los ojos.

Maven suspira en lo que siento es un intento por reunir paciencia, estas cosas no son lo suyo.

-Mira, sé que duele lo que ellos dicen, porque en algunas cosas tienen razón y tú y yo somos lo suficientemente inteligentes para entenderlo, pero no tiene porqué ser el final, es necesario fallar para poder crecer Mika. -Se encoge de hombros- Es parte de un doloroso y miserable proceso que todo artista debe atravesar.

Ava me pone una mano en el hombro en señal de apoyo.

-Mika, cualquier cosa que pase estaré contigo, incluso si eso significa tener que soportar a este infeliz.

-Lo sé chicos, es solo... -Dudo sin saber qué decir, siento tantas cosas a la vez que me parece más fácil solo rendirme- ya no sé si esto es para mí, quizá yo no seré lo suficientemente buena jamás.

-Claro que no eres lo suficientemente buena, pero nadie lo es al incio.

-Solo sigue dándote la oportunidad de crecer -dice Ava apoyo a Maven-. Vamos a salir un rato para que te despejes ¿Si?

Cedo a la propuesta y posteriormente salimos, tengo a Maven con un brazo enrollado en mis hombros como medida preventiva para que no me escape cuando Adrien se cruza en nuestro camino por salir de la residencia, el solo verlo me hace recordar lo que sucedió en su departamento el otro día, tengo que desviar la mirada porque me hace sonrojar. En cambio su mirada zafiro inquisitiva va desde mi cara, al brazo del chico a mi lado y luego escanea su evidente cara de imbécil casanova, frunce el ceño repentinamente.

-Hola chicas.

-¡Adrien! Vamos de salida queremos subirle el ánimo a Mika, ¿quieres unirte? -Ava lo invita sin preguntar antes.

No espero que acepte, pero para mi sorpresa me equivoco:-Claro, justo ahora estoy desocupado, ¿quién es su amigo?

-Su amigo es Maven. -masculla él con la impaciencia que lo caracteriza- Ahora vámonos, perdimos más de medio día es esa cueva de la desesperación.

Maven me lleva con él antes de que pueda al menos saludar al pecoso, es como una cabeza más alto que Adrien pero más delgado que él, lo que resulta en un equilibrio extraño. Nos paramos los cuatro afuera y pedimos un taxi que pronto se detiene dejándonos subir, Ava se sienta adelante mientras yo termino atrapada en el medio de los chicos los cuales, por alguna razón, parecieran compartir una cierta tensión masculina entre ellos.

-¿A dónde vamos? -Pregunta Adrien.

-No lo sé -Ava se encoge de hombros.

-¿Escojo yo? Tengo algunos lugares en mente.

-Definitivamente no -Ava y yo interrumpimos al unísono al castaño.

-Que escoja Adrien mejor -sugiero.

Todos lo miramos en expectativa mientras piensa, hasta que se decide y le da las instrucciones al conductor que arranca en seguida. Maven no ha quitado su brazo de encima ni un segundo en cambio solo juega con uno de los mechones de mi cabello, casi lo agradezco porque me ayuda a distraerme del calor que emite el peligro a mi lado.

El contraste que tienen ambos es alucinante, Maven tiene el cabello tan largo como para hacerse colas pero Adrien aunque lo tiene abundante como para usar cintillo jamás podría hacerse una cola, uno emite una vibra salvaje mientras el otro desprende calidez, uno viste descuidado con prendas anchas mientras que el de ojos zafiros viste casi siempre solo de negro, pero ambos aman el arte con todo su ser. Es como ver dos espectros diferentes de una misma pintura.

Cajitas de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora