Capítulo cinco (siempre nos quedará el verano)

260 0 0
                                    

Jeremiah

Estaba tumbado encima de la cama, bocarriba, sin poder pensar en nada, sobretodo después de lo ocurrido la noche anterior. Alguien llamó a la puerta.

- Seas quién seas, ahora no. - lo dije de mal humor, pero me dio igual. Había dejado un mensaje colgado en la puerta. Decía claramente que no quería que nadie me molestase. Hasta ahora nadie lo había hecho y lo agradecía.

Volvieron a llamar a la puerta. Esta vez no dije nada. Fuera quien fuese se cansaría de llamar y se iría. Aunque tenía que admitir que me empezaba a entrar la curiosidad sobre quién podía ser. Llamaron una última vez, esta con más insistencia. Ya estaba empezando a cabrearme, pero seguí quieto y sin pronunciar palabra.

Pasaron menos de treinta segundos cuando sentí alguien que decía:

- Jeremiah, abre la puerta. - era una voz seria, pero no era dura ni amenazadora. Se parecía un poco a la de mi madre cuando me regañaba de pequeño, seria pero dulce. Esa voz me era familiar, creí recordar que era de una amiga de Belly, pero sin duda no era Taylor. 

El verano en que me enamoré - Supongo que eso es el amorWhere stories live. Discover now