Déjà Vu

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La imagen aterradora seguía en mi mente, no podía dilucidar bien lo que acababa de acontecer, todo en mi cabeza daba vueltas y por un segundo creí que me iba a desmayar, era inverosímil lo presenciado, todos dentro del vagón también estaban atónitos, apenas fue una estación después que el metro se detuvo súbitamente y todos los pasajeros descendieron velozmente a observar hacia la dirección de la explosión, solo podía pensar en lo siniestro del asunto, era pleno día de semana con horario laboral, quien sabe cuántas personas se encontrarían en el Coltejer al momento del atentado y más los daños colaterales a la estructura caer abajo, los negocios y personas que estuvieran en la calle y alrededores también se verían afectados, la cifra de muertos podría ser de más de 200 personas, simplemente no lo podía creer, ¿enserio las FARC habían cometido tal atrocidad, o solo era sugestión mía producto de las noticias que había escuchado anteriormente?, ¿Realmente valía la pena la muerte de cientos de personas por la liberación de 2 cabecillas? ¿Seguirían los atentados terroristas en "su preciada ciudad de la eterna primavera" hasta su liberación? , Muchas preguntas rondaban mi mente pero algo seguro es que las cosas solo empeorarían, el gobierno tomaría cartas en el asunto y solo habría más muerte y destrucción, tampoco podía creer que yo personalmente hubiera estado tan cerca de los terroristas, ¿quien lo podía saber?, Ese día solo tenía planeado realizar mi trámite universitario y sin querer me había visto involucrado en un accidente sin precedentes.
De repente una idea se me vino a la mente, ¡los había visto cara a cara! , Recordaba perfectamente sus rostros y sus extrañas vestimentas, tales elementos me permitían poder aportar algo a la investigación que seguramente se realizaría de manera inmediata. Lleno de una curiosa determinación descendí de la estación del metro y busqué rápidamente en Google Maps la estación de policías más cercana, si podía ayudar a capturar a esos bastardos vengaria la muerte de cientos de inocentes, personas que ese día como yo tenían sus propios asuntos, sus propias vidas, personas que jamás hubieran pensado que ese 5 de Agosto les llegaría el final y de una forma tan cruel y grotesca.
Al llegar a la estación todo era un caos, varias decenas de motos arrancaban aceleradas, era fácil deducir que se dirigían al lugar del atentado para brindar ayuda a los sobrevivientes, dentro de la estación decenas de personas iban de un lugar a otro, gritaban, se daban órdenes y realizaban tareas apresuradamente, intenté vanamente comunicarme con 2 uniformados pero simplemente me dijeron que si acaso no estaba informado de lo que acababa de ocurrir, que no tenían tiempo para hablar con un simple estudiante, inmediatamente me di cuenta de lo absurdo que era estar ahí, a fin de cuentas quién me iba a creer que había visto a los terroristas y que había visto claramente la bandana con las iniciales FARC.
No le dí más vueltas al asunto y salí de la estación con el estado de ánimo decaído de sobremanera, mis esfuerzos eran fútiles y solo quedaban aceptar lo jodido de la situación , dejar que las autoridades competentes se encargarán debidamente del asunto y dieran con aquellos hijos de put*, ¿qué más podía hacer un joven como yo ante tal panorama ?.
Sin más que hacer decidí caminar y despejar mi mente, sabía que si sintonizaba la emisora solo escucharía lo que había presenciado con mis propios ojos, aunque si me inquietaba saber que tanto daño se había ocasionado, una especie de morbo invadió mi cuerpo y unos deseos de observar la destrucción en persona, dirigirme hacia el Coltejer y ayudar de ser necesario, no lo pensé más y tracé una ruta nuevamente con la ayuda de Google maps para llegar caminando, al cabo de unas calles una inquietante sensación de ser observado se apoderó de mí, no podía saber con certeza si se trataba de paranoia o si realmente había alguien mirándome, en un momento determinado observé a mis espaldas y lo que ví me heló la sangre y un terror se apoderó de mi cuerpo, a lo lejos ví a Patrick y a Érick siguiendo mis pasos, ¡Todo este tiempo estuvieron detrás de mí !.
La adrenalina recorrió todo mi cuerpo, corrí con todas mis fuerzas y sin mirar atrás, con el afán propio de mi instinto de supervivencia, el más primario de todo ser humano y animal, esquivé a todo transeúnte que estuviera en mi camino y grité despavoridamente, solo importaba huir.
La suerte es una fuerza extraña y aquel día parecía no estar a mi favor, al avanzar cerca de 100 metros tropecé con algo del suelo y salí rodando perdiendo el conocimiento.
Desperté confundido y desconcertado, sentía una fuerte punzada en mi cabeza y un leve mareo, apenas pude recobrar la compostura recordé súbitamente los hechos recientes y comprendí mi situación actual, había perdido el conocimiento mientras huía y ahora me encontraba en un sitio completamente desconocido, era una terraza, lo supe por la imagen del cielo abierto, a los pocos segundos de despertar, aparecieron Patrick y Erick por una puerta.
-Vaya vaya, despertó la bella durmiente- carcajeó Patrick.
-Debes de estar muy confundido, pobre infeliz -Dijo Erick con una mirada despectiva.
-¿Qué carajos quieren de mi?-Dije sin más -Acaso no les bastó con joderle la vida a cientos de personas, que hijos de put* son, son unos malditos enfermos, ojalá los atrapen hijueput*s- Terminé de decir con odio en mis palabras.
En esos momentos Erick me pegó una gran bofeteada.
-Bueno bueno, la verdad es que pensábamos dejarte ir de largo, después de todo ¿qué podría hacer un pequeño insolente como tú?- Dijo Patrick- Aunque claro está, es evidente que viste nuestros rostros, y bueno, espero puedas perdonar a Érick, pero es un romántico y ama mucho su cara actual, él fue el que me instó a qué te siguiéramos y no dejáramos cabos sueltos- Finalizó Patrick.
-Es cierto - Continuó hablando Erick- No tienes ni idea lo mucho que nos esforzamos para conseguir estos rostros, no nos gustaría ver retratos de ellos en las noticias y tener que cambiar de cara de este modo.
Lo que ocurrió a continuación fue perturbador e incoherente en muchos sentidos, ambas personas, Patrick y Erick cambiaron de cara, se convirtieron frente a mí en otros individuos con gestos completamente distintos a los anteriores.
Estaba anonadado, ¿que carajos estaba ocurriendo?, ¿qué era todo esto?, Las cosas solo se ponían más y más extrañas. Aproveché el bizarro momento y me dirigí a toda prisa hacia el borde de la terraza para saltar hacia la calle, a fin de cuentas era mejor huir cuanto antes a qué aquellos fenómenos hicieran algo conmigo o me torturan.
-Maldito infeliz -Gritó Patrick mientras sacaba un revólver y me disparaba a mis espaldas.
La bala impactó de lleno en mi costado, el dolor fue indescriptible y casi me tumba al suelo, fue la determinación la que me ayudó a terminar de llegar al borde y sin pensar más saltar, en medio de la caída sólo miré hacia el cielo y antes de impactar con el suelo de la calle, una negrura me envolvió por completo.

Tiempo muertoWhere stories live. Discover now