capitulo dos

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Isla Esme


Jasper se recostó boca abajo con un libro en la mano, Alice se sentó sobre su espalda, sus rodillas tocando sus bíceps, podía sentir sus dedos acariciando su cabello mientras intentaba conseguir suficiente cabello para hacer otra pequeña trenza.

El silencio era tan agradable como lo era la falta de firmas emocionales, todo lo que podía sentir era su reconfortante calidez y solo su calidez.

Nunca dejaba de hacerlo respirar mejor, de no quedarse varado en medio de un mar de emociones tan ensordecedor e incómodo; ira, odio, hambre, asco, aburrimiento, lujuria, frustración, ansiedad, miedo, molestia, esperanza, irritación, excitación, vértigo, cautela, confusión y mucho más .

A veces llegaba a un punto en el que sentía como si tuviera navajas de afeitar dentro de la cabeza. Garras desgarrando su piel mientras una presión insondable se hinchaba dentro de su pecho y se extendía por todo su pecho hasta que amenazaba con explotar.

Lo odiaba.

Sintió a Alice moverse sobre su espalda antes de que sus brazos rodearan su cuello mientras se inclinaba hacia adelante, depositando un beso agitado en su cuello.

Él sonrió, no lo malinterpretes, le habían llegado a gustar bastante los Cullen, pero siempre le gustaría pasar más tiempo a solas con Alice, lejos del mundo, solo ellos dos.

Hizo la vida... más tranquila...

De repente, sus brazos se relajaron y sus emociones se volvieron confusas.

Una vision.

Él esperó, frunciendo el ceño ante sus crecientes emociones; sorpresa, shock, incredulidad, asombro…

Y luego su agarre se apretó de nuevo y contuvo el aliento.

-¿Qué pasa?- cuestionó mientras se movía, Alice estaba sentada a su lado, tenía una expresión de asombro en su rostro, él le tocó la cara.- ¿Alice?

-Es ella.- Susurró sin aliento.

-¿Quién es ella? ¿Qué pasa?- Preguntó sintiendo que la ansiedad se apoderaba de él, ni siquiera cuando vio venir a los Volturi se había quedado tan callada.

Pero sus emociones no eran negativas, entonces, ¿qué pasaba?

-Una vez dijiste que tenías una hermana cuando eras más joven, no Judith, otra, tu gemela, ¿recuerdas?

-¿Qué tiene eso que ver con todo esto?- Se preguntó Jasper confundido, sabía que había tenido una hermana gemela antes de conocer a la otra familia de su padre; Margaret y sus hijos, pero apenas podía recordarla a estas alturas de su vida, no tenía idea de cómo era ni siquiera su nombre, lo único que tenía de ella era esa foto y algunos sentimientos aquí y allá respecto a situaciones confusas.

Como la risa en el río y el cálido abrazo en las noches de tormenta.

A su padre no le había gustado hablar de ella, siempre hacía que sus ojos se alejaran, tristes, tanta culpa, tanto arrepentimiento...

La mayoría de sus recuerdos antes de Texas se habían vuelto borrosos después… bueno, esa vez, no podía recordar mucho, e incluso ahora como vampiro, cada vez que intentaba pensar en ello le daban terribles dolores de cabeza.

Aún.

De todo lo que se esperaba, las siguientes palabras de Alice nunca se le habrían ocurrido a él.

-Es Rosalie.

-Es Rosalie

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Girasoles y cristales marinos Where stories live. Discover now