—Jichu, ayúdame.

Tenía que suspirar para poder mantener la calma y que mis manos se mantuvieran estables. Podía tocarla con ropa, pero sin ella... mis manos se volvían muy temblorosas.

Se veía demasiado provocativa en esa prenda diminuta. Subí el cierre del corset y me volteé rápidamente, esperando que tomara su decisión.

Realmente no quería estar ahí en ese lugar tan reducido con ella porque... podía escuchar los fuertes latidos de mi corazón si se lo proponía.

—Creo que... No lo sé. ¿Como me veo?

—Te ves bien, Roseanne. —dije después de carraspear porque mi garganta la sentía muy seca.

—¡No me estás mirando, tonta! ¡Dime la verdad! —su mano cayó en mi hombro y me obligó a girar para que le diera mi opinión.— ¿Ves?

Me fue imposible retener los impulsos de verla de cabeza a los pies, y que me costará respirar.

—Si. Mi respuesta es la misma.

Las manos a mis costados se habían cerrado fuertemente y la respiración trataba de mantenerla normalizada para no verme tan... nerviosa por verla con algo muy sexy y provocador.

—Mmm... ¿Y si te pruebas este?

—No. —dije inmediatamente.

No podía usar eso tan... Sugestivo.

—Anda, yo no me cambiaré para que no te sientas cohibida. —sus brazos rodearon mi cintura con toda intención de abrazarme, pero la detuve en el mismo momento porque su cabeza iba a caer a la altura de mi pecho, y claramente iba a escuchar mis acelerados latidos

Empecé a desnudarme bajo su mirada para que se percatara que iba a obedecerla —era imposible negarse a sus peticiones— y Rosé mostró una sonrisa maliciosa que yo no había descifrado por el momento.

Jamás noté sus intenciones por no saber descifrar las expresiones de las personas.

—Wow.

No negaba que la prenda era comoda, pero era muy reveladora para mi pensar. Mi vagina apenas era cubierta por ella y mis pechos podía verlos atraves del encaje que traía como modelo.

—Haein caería ante ti si le mostrarás esto.

—Claro...

—Espera —no me permitió quitarme las prendas, y solo se detuvo detrás de mi trazando cada curva de mi cuerpo con sus manos, y con su boca recorriendo mi cuello, causandome una acalorada sensación— Quiero hacer algo primero, así que... no abras la boca.

Las personas normales quizás la fuesen detenido, y quizás si yo fuese tenido el valor para negarme a cada cosa que pedia, no fuese estado en esa situación tan... obscena e incómoda totalmente fuera de límites.

Erizando cada parte de piel y creando millones de sensaciones en mi vientre bajo con esa simples acciones, hizo que girará mi rostro y sus labios tuvieron contacto con los míos.

Quise alejarme para preguntar porque lo hacía, pero ¿Por qué iba a negarme a algo que había querido?. Quise demostrar que era una experta, pero apenas y podía llevar su ritmo. Creí que se detendría por eso, pero solo sonrió bajo mi respiración agitada y mirada apenada, e impacto mi cuerpo contra la puerta del pequeño espacio que se llamaba vestidor.

Me sentía tan cohibida ante su mirada oscurecida, y mi boca de entreabrió por la cercania de su rostro.

Sus manos las sentía por todas partes mientras que su boca plasmaba cada beso por mi cuello y parte de mi clavícula.

—Roseanne...

Quería retener los suspiros que me hacía soltar e incluso los leves gemidos, pero su boca se sentía muy bien.

—Shh... van a descubrirnos. —calló con su dedo índice que fueron reemplazados con sus labios.

Debí desobedecer para que se detuviera, y no iniciar con algo que iba a lastimarme, pero... entre la necesidad y la sumisión, mi cerebro dejó de funcionar correctamente.

Y colapsó cuando ya no estaba parada frente a mi, si no arrodillada y con una de mis piernas sobre su hombro, mirando con una malicia cada parte de mi rostro.

Mi boca permanecía entreabierta por mi acelerada respiración, mis manos buscaban apoyo en la puerta, mi pecho subía y bajaba rápidamente y mi vagina soltaba humedad gracias a sus caricias muy simples.

—Te ves tan tierna excitada, Jichuu. Déjame ver cómo te expresas con placer.

—Rosie, no.

Mostró una sonrisa ladeada, y apartó sin mucho esfuerzo la mano que intentó detener su cabeza. Sentí que mi respiración se detuvo cuando su aliento chocó contra mis labios y tuve que cubrir mi boca cuando apartó la prenda que cubría mi feminidad.

Era tan vergonzoso sentir su aliento contra mi zona, pero a la misma vez tan fascinante.

A partir de ese momento, cuando su lengua se paseaba de arriba abajo por medio de mis labios superiores topándose con toda mi humedad, no tuve racionalidad para hacer otra cosa más que gemir contra mi mano o morderla.

Mis ojos no paraban de blanquearse cada que frotaba mi clítoris, y mi cadera no paraba de moverse cuando se detenía en un movimiento lento.

Quise decirle que se detuviera, pero su lengua se sentía demasiado bien para hacerlo hasta que en un punto, ese punto que apenas podía mantenerme de pie, lo toco cuando uno de sus dedos entró en mi y lo movió con mucha destreza.

—¡Ahh! —mi espalda formó un arco al momento y mi cabeza se inclinó hacia atrás por la electrizante sensación golpeándome.

Retuve de gemir su nombre cuando me azotó una fuerte ola de calor por lo espasmos que daba y sentí como sus dedos estaban dentro de mi aún cuando mi interior se contraía.

¿Masturbarme? No era una santa y sabía muy bien como hacerlo. Lo había hecho algunas veces, pero la intensidad no se comparaba a este momento. Y Rosé no ayudaba cuando aún sentía su lengua lamiendo ahí abajo.

—Logro desbloqueado. —gimió contra mi vagina, poniéndose de pie. No sabía que más hacer aparte de mantener los ojos cerrados, pero tuve que abrirlos por las voces que se oían del otro lado.

Eso fue lo único que había dicho cuando empezaba a quitarse la prenda y a colocarse su ropa, dejandome temblorosa y con las piernas que apenas podían mantener mi peso.

Respiré hondo.

Puede que haya despertado un poco de interés en mi y por ese motivo, me había follado ¿no?. Ese era mi pensamiento antes de que notará lo que en verdad pasaba entre nosotras.

|||||

A Tu Disposición | Chaesoo (EDITANDO)Where stories live. Discover now