xii. sentenced to death

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Bellamy pensaba que habían conseguido ganar una batalla, pero todavía no habían ganado la guerra. Aún así, solo la segunda de las dos cosas era cierta. El plan había salido a la perfección. Sinclair había logrado ser detenido y encerrado junto a los terrestres para darle un mensaje a Lincoln y al resto de los amigos de Blair. Los cuáles debían de estar muy perdidos en todo el asunto pues nadie podía hablar con ellos más los hombres de Pike. Además, Kane pretendía hacer sentir culpable a Bellamy para que éste recapacitado y volviese del lado de los buenos. Sabía que la única manera de hacerle sentir culpable de verdad era si encerraban a su ex novia, pero no iba a dejar que Blair sufriese. Sin mencionar que la arquera era la única guerrera de verdad entre los cuatro rebeldes.

Como habían acordado, unos minutos después de la detención de Sinclair, Kane y Parker se volvieron a ver en la misma sala mecánica que antes.

—Que Bellamy estuviese aquí no puede ser una simple casualidad.— aseguró la comandante de la sangre, y Kane asintió— Monty ha dado el soplo.

—¿Cómo puedes estar tan segura?

—Estaba conmigo unos segundos antes de que fuésemos a hablar con Sinclair y no abandonó su posición cuando me fui— comenzó a explicar, con los brazos cruzados. La pintura de guerra en sus ojos comenzaba a correrse— Además, Pike dijo que aumentarían la vigilancia, especialmente en nosotros. Y es bastante raro que él se dirigiese a mí en estas circunstancias.

—Tienes razón.— afirmó Marcus, sonriendo orgulloso de su sobrina— Por lo menos el plan sigue en pie.

Bellamy no tardó mucho en llegar por detrás y colocarse al lado del ex canciller, teniendo que tragar saliva al ver a jusheda tan seria. La chica ni siquiera le miró. Eso despertó cierto nudo en la garganta del pelinegro, que sacudió la cabeza decepcionado.

—Era un plan penoso sabotear el Rover.— comenzó a hablar, Blair poniendo los ojos en blanco ante sus palabras e intentando marcharse, pero fue detenida por Kane— Lo más fácil era vigilar a Sinclair.

—¿Sí?— cuestionó Marcus, girándose hacia el pelinegro con los brazos cruzados.— ¿Espiar a un amigo te resultó fácil?

—Aquí hay personas que no se centran— frunció el ceño el mayor de los Blake, mirando a la arquera. Blair alzó las cejas, burlándose de su respuesta. Kane pudo notar la tensión que había entre esos dos— La amenaza de fuera nos está...

—La amenaza está dentro de estos muros— le cortó el ex canciller, asintiendo en su direcció— ¿No lo ves? Pike nos está enfrentando a todos.

—Por supuesto que no lo ve.— comentó Blair con voz dura antes de dar media vuelta e irse por los extensos pasillos del Arca. Bellamy observó como su figura iba desapareciendo poco a poco entre la multitud, sintiendo como su garganta se iba cerrando poco a poco y como un pinchazo insoportable se clavaba como mil dagas en su estómago.

—Pike es el canciller.— le recordó a Marcus, elevando un poco más su tono de voz— ¿Lo has olvidado?

—No, no lo he olvidado— contestó Kane con rapidez.

—Pues haz lo correcto.

—Ese es el problema.— contestó el susodicho, poniéndose cara a cara con el joven Blake— No importa como lo mire, siempre hago lo correcto.

—¿De verdad?— le provocó el soldado, entrecerrando los ojos con diversión—Porque como lo veo yo Monroe murió por tu culpa, y por la de Blair.

—Y Blair está en peligro y ahora Pike ha encerrado a Sinclair— contraatacó el más mayor— ¿No crees que serán los próximos en morir?

𝐄𝐗𝐈𝐋𝐄, 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐛𝐥𝐚𝐤𝐞 ³Where stories live. Discover now