Capítulo 1

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Buenos Aires, Argentina.

Estaba cansada, agotada al extremo, pero quería graduarme. Así que me levanté de la silla de escritorio, estiré mis piernas mientras se me escapaba un bostezo y me frote los ojos. Podía hacerlo, mejor dicho, tenía que hacerlo. Por lo que me fui a la cocina y me preparé un café con leche porque sin combustible no iba a lograrlo nunca.

—Tu podrías ayudarme en algo ¿No? —le pregunté a mi gato, pero ni siquiera se molesto en mirarme.

Suspiré, a mi gato le podría importar menos cuales eran mis problemas. Agarre un saquito de café, calente el agua y una vez listo llene la taza de café. Me senté y miré mis apuntes virtuales. Tenía que rendir mi penúltimo final de la carrera y aunque eran las cinco de la madrugada y faltaban cinco días tenía que seguir estudiando.

Estudié durante dos horas más con la playlist "pop sad" de fondo. Cuando supe que los conceptos habían quedado mucho más claros en mi cerebro, me levanté y me tiré en la cama. ¿Lo bueno de vivir en un monoambiente? Casi no me tenía que mover para poder llegar de un lado a otro.

Abrí los ojos y los volví a cerrar al sentir la luz del día. ¿Luz del día? ¿Cuánto había dormido? Abrí los ojos de golpe con el corazón latiendo a mil y me levanté de la cama para agarrar el celular y ver la hora.

13:33 p.m

Suspiré aliviada y me puse la mano en el corazón. Tenía que dejar de despertarme asustada. Me senté en la silla de escritorio y revisé las notificaciones del celular.

Mateo: Buen día desastre. No te olvides, hoy a la noche nos vemos en mi casa, no te vas a perder del cumpleaños de la mejor persona que conoces en el mundo

Sonreí al leer el mensaje de mi amigo de la infancia.

Yamila: Deja de ser mala influencia. Tengo un final en cuatro días. Ya sabes que voy a ir un ratito y me voy a ir

Mateo: ¿Yo? ¿Mala influencia? Discúlpame, pero lo eres tú, yo no hice que el año pasado terminemos en la comisaría porque discutiste con un policía

Puse los ojos en blanco al leer el mensaje. El año pasado habíamos salido a un bar, nos pusimos muy borrachos y tuvimos que volver caminando a mi departamento, pero en el camino nos cruzamos a unos policías que nos trataron muy mal, o eso es lo poco que yo me acuerdo.

Yamila: No se de quien hablas, yo no hice nada de eso, te estarás confundiendo de persona

Yamila: Y no es mi culpa que esos policías nos trataran para la mierda y tener la mala suerte de que justo querían jodernos y dejarnos dos horas en la comisaría

Mateo: Como digas señorita yo no soy culpable. Te paso a buscar más tarde, ve a estudiar.

Yamila: No me digas más tarde, dame una hora

Mateo: No tengo horario. Tu ansiedad va a tener que esperar que organice un poco mejor mi día

Mateo: Y eres la peor amiga, no me has dicho hola ni feliz cumpleaños, pero aun así te voy a avisar cuando este yendo.

Sonreí y le mandé un sticker de un gatito con corazones. No iba a decirle feliz cumpleaños por mensaje, no me gustaba hacerlo y él lo sabía.

Milo comenzó a maullar y lo miré, estaba sentado en el sillón de dos plazas mirándome.

—¿Qué quieres molestar? —le pregunté. Miré su plato de comida al lado del sillón rojo y lo volví a mirar—. Hay comida en tu plato, ya hablamos de este tema

Me maúlla en respuesta, y juro que está queriéndome discutir. Era un gato naranja, por lo tanto, tenía un carácter complicado. A veces era un amor y otras un demonio, lo cual constataba con el significado de su nombre, que significa "amado" en eslavo.

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⏰ Last updated: Jun 05 ⏰

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