Pasó una semana desde aquel día que fueron a cenar, estuvieron en contacto, mas no hubo otra oportunidad para verse, estaba demás decir que cada día aumentaba la confianza por ambas partes, las conversaciones fluían con tanta normalidad que cualquiera pensaría que se conocían de años.
Con los días esos mensajes con los días se convirtieron en llamadas y estas llamadas en videollamadas, de hecho aquella tarde sería la primera vez que hablarían por videollamada.
La chica se encontraba nerviosa pero ni siquiera ella sabía la razón, caminaba por su habitación buscando una buena iluminación.
Estaba tan perdida haciendo una sesión fotográfica para ver en que ángulo salia mejor hasta que el tono de llamada la asustó, corrió al espejo más cercano y trató de arreglar su cabello.
Finalmente descolgó la llamada y lo vió con una sonrisa, apoyo el móvil en el escritorio y comenzaron a hablar.
—Holaa —saludó en moreno con una sonrisa.
— Hola, ¿qué tal todo? —mostró una sonrisa—. ¿Como estuviste estos días? —preguntó sin quitar la sonrisa.
—Bien bien, aunque hubiera estado mejor si nos volvíamos a ver —carcajeó.
—Estuve un poco ocupada con mi familia, hubiera sido imposible quedar durante la semana —mintió.
—Entiendo, pero ahora ya no estarás ocupado, ¿O sí? —cuestionó con el ceño fruncido.
—Al parecer no —respondió con un tono de duda.
—En ese caso, ¿te gustaría salir hoy a algún lado? —preguntó con miedo a no recibir una respuesta agradable.
—Estaría bien, no voy a fiestas desde que nos conocimos —comentó.
—Una fiesta suena bien —estableció—. ¿Tienes algun lugar en mente?—indagó.
—No, pero ya veremos dónde ir, una vez nos encontremos —explicó.
—Me parece bien, a las 7:30 en la plaza —agregó.
—Bien, ahí nos vemos —respondió con una sonrisa.
Durante unos minutos siguieron hablando de lo que solían hacer antes del verano, hasta que tuvieron que colgar para poder alistarse para su encuentro.
Por parte de Liana, esta estaba nerviosa por no saber que ponerse, el hecho de verlo en persona después de unos días le causaba inquietud.
Por parte de Pedri, estaba caminando de un lado al otro en su habitación buscando el atuendo adecuado, temía no saber elegir correctamente la ropa, normalmente se pondría un chándal, pero era una fiesta y un atuendo muy casual no pegaba con la situación.
—¿Saldrás? —preguntó su hermano desde el umbral de su puerta,causando que se asustara.
—Si —respondió sin prestar mucha atención.
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Columbia - Pedri González
Fanfiction𝑺𝒆 𝒍𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒑𝒐 𝒖𝒏 "𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐" 𝒂 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒚 𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒕𝒊𝒂 𝒏𝒐 𝒊𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏𝒂𝒓𝒔𝒆, 𝒍𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓𝒍𝒐. 𝑶𝒃𝒋𝒆𝒕𝒊𝒗𝒐 𝒆𝒏...