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Abrí la puerta. Estaba abierta. Empecé a llamarla por su nombre. No había respuesta. Busqué por toda su casa hasta que la encontré. Estaba sentada en el suelo, de lo que creo que es su habitación, su cara estaba apoyada en sus rodillas dobladas, estaba llorando, parecía que le faltaba el aire, claramente no estaba bien.

—¿Qué te pasa?, ¡Olivia!—me sente con ella.

—no me pasa nada. Vete—se alejó de mi.

—no me iré hasta que estés bien.

—necesito mis pastillas. Deberían de estar en esa mesa—me levanté lo más rápido que pude y agarré las únicas pastillas que habían en la mesa—dame dos por favor.

—eh, sí, sí, toma—le di las pastillas que me había pedido.

—gracias. Ahora vete.—dijo tras tomarse las pastillas.

—ya te dije que no me voy a ir hasta que te encuentres mejor.—me volví a sentar a su lado.—¿necesitas algo más?

—no, gracias.—necesitaba decirle la verdad. A lo que había venido.

—se lo que te hicieron tus padres. De verdad lo siento mucho.

—¿¡QUE!?, ¿¡Quién te lo ha contado!?—se levantó y se alejó de mi.

—no te lo puedo decir. Pero lo siento. No sabía nada y dije cosas que no tenían sentido. Perdón. En el pasado cometí errores graves, lo sé, y que no pedí perdón a tiempo, pero ahora sí.

—gracias. Pero ya te lo he dicho, creo que lo de nosotros es algo..., Algo inviable.— Auch. De normal no me importaría lo que ha dicho. Pero esta vez sí. Me ha puesto triste. Sé que lo que pasó en el pasado es algo irreversible, pero no pensé que por eso nuestra relación se volvería algo imposible.— lo siento. Creo que lo mejor sería que te vayas. Ahora me encuentro mejor. Gracias.—su tono de voz era algo triste, cosa que es normal. Se acaba de enterar que se lo de sus padres. Algo traumático. La acabo de encontrar en una situación..., En una situación en la que no te gustaría que te viese nadie.

—si quieres eso, me iré. Pero cualquier cosa llama a alguien. No hace falta que sea a mi. Pero hazlo. Hay a mucha gente que le importas y quieren que estés bien.—tras decir eso me fui.

Me dirigí a mi departamento, tenía que relajarme, que alguien te dijese que vuestra amistad era algo imposible no era de mucho agrado. Cuando llegué a mi departamento saludé a mi gata y me senté en mi setup y comencé a hablarle a mi psicólogo. Me ayudaba en muchos temas y considero que en este necesito mucha ayuda.

Ya había terminado de hablar con él, me ayudó un montón, como siempre, me resolvió muchas dudas y me hizo distraerme un poco. Ya era tarde y tenía que prender Stream. No tenía ganas pero han pasado muchos días desde que hice el último. Abrí Twitch y preparé todo. Y prendí con la pantalla de: «ya comenzamos», iba ser difícil ya que me encontraba aún algo afectado por la situación que había pasado unas horas antes. Que la persona de la que llevas gustando muchos años te odie, duele, pero duele más que te haya dicho que es imposible que seáis amigos.






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Holaaa, ¿Cómo os está pareciendo la historia??

𝘼𝙢𝙤𝙧 𝙋𝙤𝙧 𝘾𝙤𝙣𝙫𝙚𝙣𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 // 𝙎𝙥𝙧𝙚𝙚𝙣𝘿𝙈𝘾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora