39 (E)

52 1 0
                                    

Karen

Busqué un vestido en tono beige que había comprado con Sam hace algún tiempo y no lo he estrenado. Me hace mucha ilusión ponérmelo para mi primera cita, aunque no esté completamente segura de lo que mi corazón esté sintiendo en estos momentos. Me he ilusionado con el mismo hombre dos veces sin siquiera saber que era él. ¿Quién hace eso?
Maquillaje suave, solo oculto mis ojeras algo amarillas y un labial rojo que adoro con mi alma. Plataformas del mismo color del vestido y un bolso de mano de color sangre. No soy del todo morena, pero amo mi tono de piel, es una mezcla bonita y me hace sentir preciosa.

-¿Ya está lista la mujer más guapa? -pregunta Sam desde la puerta entreabierta.

-Si, ¿qué piensas?

-Estás preciosa, pareces una muñequita, disfruta todo para que me cuentes mañana -dice.

-Si tú lo dices, pero me falta la otra opinión importante. -Tomo el celular y llamo a Adriana por FaceTime.

-¡Por fin te acuerdas de mi! -exclama antes de que su boca se volviera una "o" y la tapara con sus manos-. ¿Se casarán a escondidas?

-¿Con un bolso rojo? ¿Dónde llevas los ojos? -pregunta Sam con sarcasmo.

Río a carcajadas, ellas se hacen las que se llevan mal, pero las veces que han estado juntas parecen más amigas que otra cosa.

-¡Basta!, no me voy a casar a escondidas, aunque sea una buena opción la verdad -respondo mirando el celular.

-Bueno, pero una vuelta por favor -dice haciéndome hacer una vuelta-. Estás preciosa, si te rompe el corazón me dices y lo meto en una cárcel de máxima seguridad.

Vuelvo a reír, aunque mi corazón lo toma personal. No he querido pensarlo, pero nadie me asegura que Evans no se harte en algún punto y se marche de nuevo.

-Que estoy de broma eh, ese está tan enamorado que no te dejaría escapar una vez más. - ¿Cómo todos pueden estar tan seguros de que no lo hará?

-Ya está, gracias Adriana, luego te llamo para darte detalles. -Mando un beso y cuelgo la llamada. Sam me mira con esa cara que grita "¿Que estás pensando?", pero yo no deseo abrirme en estos momentos, quiero pasar una noche en la cual mi mente este fuera y mi corazón controle todo.

(Mensaje entrante)
Evans: Estoy a fuera :)
Yo: Salgo en un momento

Me despido de Sam y voy directo a abrir la puerta, una sonrisa se dibuja en mi rostro al verlo recostado sobre el auto con una camisa negra, pantalón de vestir del mismo tono y unos zapatos muy elegantes a juego con su joyería.

-Una completa tentación -susurro para mi y continúo descendiendo hasta llegar a él.

-Te ves hermosa, aunque no creo que necesites que lo diga -opina dándome un beso en la mejilla. Creo que ha sido el beso más estremecedor que he recibido, mis piernas se sienten como mantequilla y mis mejillas calentarse al instante.

-Tú también estás muy guapo, Evans -comento sonriendo como una niña chiquita. Subo al auto y él cierra la puerta y pone el auto en marcha. Huele todo a él, es un perfume fuerte, pero cítrico, tal cual a la noche en la que le bailé la primera vez. ¿Se acordará de ese momento, de lo mal que me veía esa noche? Debo admitirlo estaba despeinada y los shots tenían muchos efectos en mí.

-Puedes escoger la música que quieras o modular el aire a tu gusto -dice y su mano derecha se posa sobre la mía, la toma como a una rosa y la lleva a su boca para depositar un beso en ella. ¿Qué más necesito para saber si estoy enamorada?-. ¿Sabes? Estoy muy orgulloso de los pasos que estás tomando, ir a rehabilitación, aceptar tus vicios todo eso demuestra valentía.

-Quiero dar lo mejor de mi, se lo debo a la Karen de mi adolescencia. -Le debo mucho a esa chica, quité sus mejores momentos y los convertí en lloriqueos a las dos de la mañana. Lloriqueos por alguien qué tal vez estaba divirtiéndose-. ¿Evans, qué hiciste al irte de acá? Digo las primeras cosas.

-Mi madre me mandó a hacerme un lavado de estómago, los primeros tres días me la pase de fiesta en fiesta, luego aprendí a amarme a mi mismo, a no hacerme daño. Estuve en un centro de rehabilitación dos meses mientras terminaba mis estudios. Allí conocí a Martin.

-¿Él también se...?

-No para nada, su madre trabajaba allá y él le llevaba el almuerzo todos los días, además hacía servicio comunitario por eso lo conocí allí. -Quién diría que Martin seria un hombre responsable con esa cara de mujeriego-. ¿Por qué preguntas?

-Curiosidad. -Su mano está entrelazada con la mía y mis sentidos están entrando en crisis de solo sentir su calor de nuevo. ¿Qué poema haría mi versión adolescente sobre este momento?

Llegamos a lo que parece un mirador. El sol no se ha escondido, en este punto el atardecer será eterno y para mí es lo mejor. Es lo más majestuoso que he visto en toda mi vida, el cielo ya no es azul, un tono violeta se encarga de formar un espectáculo mientras rayos rosas y naranjas le quitan el espacio. Estoy maravillada, no puedo dejar de mirar lo perfecto que es el cielo, pero algo me hace voltear y están sus ojos estrellados contra mi piel.

Pareciera que no se cansa de mirarme, sus esferas marrones me están detallando, puedo sentirlo.

-Deja de mirarme así, Evans -ordeno risueña.

-No puedo, te has convertido en la cosa más hermosa que han mirado mis ojos, pero antes de que digas algo quiero pedirte disculpas. Por haber sido un idiota, por juzgarte, por no demostrarte lo que sentía, por jugar contigo, por desaparecer y por ser yo.

-¿Por ser tú? -pregunto sin entender.

-Sí, porque si hubiese sido cualquier otro chico jamás me hubiera marchado de tu lado, porque si no fuera yo te habría besado desde el primer momento y habría enfrentado mis sentimientos. -Esto necesito para volver a sentir que él es el chico que mi corazón quiere.

-Tal vez no era el momento.

-Tal vez yo jodí el momento. -Río y vuelvo a sus ojos a aquellos que me hacen irme del planeta y volverme adicta a su color, a esos que me gritan tantas cosas sin decir una palabra y justo a ellos que me abrazan a la distancia-. Podré no ser el hombre que haga lo correcto, pero me esforzaré por ser él que cuide mejor tu corazón. -No necesito escuchar más, y lo beso.

Un beso suave, con ternura, nada sexual. Un beso con el cual desnuda mi alma mientras se llena de gasolina mi corazón. Aquí he encontrado mi lugar seguro y mi posible destrucción.
No dudo en contarle mis planes a futuro, sobre mi carrera, mis libros, mis metas y todo lo que deseo tener algún día. Hablar de su proceso de rehabilitación es un paso que él dio por sí solo, como si deseara darme una seguridad de que esto irá en serio.
-Confío que te estarás bien la en la rehabilitación, estoy seguro que esto es solo un bache y además sé que cuando salgas podremos hacer una vida juntos. Porque lo que más deseo es hacerte feliz por el reto de mi vida. -Es un susurro de calma o por lo menos eso creo, todo lo que necesitaba escuchar, lo deseaba, una vida en la cual pudiera tomar riesgos, reírme cuando me diera la gana y mandar todo al infierno cuando quisiera. Todo junto con el único chico que me ha hecho sentir viva.

-No quiero este momento acabé -confieso.

-Yo deseo que esto nunca se termine.

🗝️🗝️🗝️🗝️🗝️🗝️

Quiero que sepan que estoy sumamente orgullosa de esta obra, de que estará en formato físico entre muchas otras cosas. No soy una persona con experiencia en el amor, tal vez no posea la suficiente madurez para escribir sobre el tema, pero todo lo que escribo es mi sentir y pensar. Soy fanática del lema de que cada persona puede crear una versión mejor de sí misma cada día, por eso tengo un podcast en Spotify donde intento ayudar a jóvenes con problemas de autoestima. Gracias por el apoyo✨💋

Conectados por el humo (Finalizado y en librerías)Where stories live. Discover now