La entrevista

Capítulo 6

POV Natalia

- Y que lo digas Mari, y que lo digas.

Me bebí el chupito que me dio la Mari de golpe, ni siquiera le pregunté de que era, pero por la arcada que le produjo supuse que era absenta. Miré a la Mari, miré el botellin, respiré profundo y me bebí la mitad de aquella botella de golpe.

- ¿A qué coño sabe esto?

- Pues a cerveza supongo- dijo la Mari como si fuese la cosa más obvia del mundo.

- Toma ten y me dices si sabe a cerveza- se lo pasé y tan pronto como dio el trago lo escupió en el fregadero.

- Tía que puto asco, ¿que te habrá puesto el jodido furby?

- Vamos a averiguarlo- El chupito me había envalentonado un poco, valentía que se esfumó de un plumazo cuando escuché los primero acordes de Olivia (play a la canción de arriba) y vi como Alba la empezaba a cantar.

- Pensaba que te estaría escribiendo a ti, pero no quiero que esto sea una canción de amor- cantaba mirándome fijamente, o al menos eso creía, espero no estar imaginándomelo. Le pegué otro trago con el que vacié la botella y la dejé sobre la mesa. - Vivo en tus huecos, ya no me puedo dormir - se acercaba a mi peligrosamente y yo a ella, como dos imanes que se iban uniendo por una fuerza invisible.

- Dime qué ha pasado, dime dónde estamos, ¿qué es lo que quieres de mi? - esto último lo cantaba totalmente enserio, porque no estaba entiendo qué estaba pasando.

- Ha pasado mucho tiempo pero todavía recuerdo esa cicatriz- cantó señalándose el tatuaje del corazón roto tan característico que llevaba. Cada vez estábamos más cerca y el mundo para mí había dejado de existir.

- Y si es cierto que quieres saber dicen, por ahí, que la han visto bailar, que parece que está loca que te mata si la tocas - acompañé el estribillo de la canción deslizando mi dedo por su cuello lentamente, a lo que ella abrió los ojos como platos pareciendo que algo había hecho clic dentro de su cabeza porque se separó y se fue a cambiar la canción y me quedé ahí parada sin saber muy bien qué cojones acababa de pasar.

Joder, no se como no me he muerto

Te recomiendo darte una ducha bien fría guapa

Cállate

POV Alba

Escuché como llamaban al porterillo, la última en llegar era Natalia, algo inusual en ella sinceramente. De repente me puse taquicardica, me terminé el botellin que llevaba y cogí otro para beberme la mitad. Seguí a lo mío, hablando con Julia, a la que muy a mi pesar, había dejado de escuchar en cuanto escuché el porterillo.

Marta gritó el nombre de Natalia, me envalentoné por el alcohol que llevaba encima y me dirigí hacia ella fingiendo que no estaba a punto de darme un mal.

- Qué pasa NatiNat, ¿tenías miedo de que me diese cuenta de que estabas por aquí?

- ¿Miedo? ¿Por quién me tomas Reche? Pretendía calentar un poco antes de verte, pero veo que me llevas ventaja - estaba escuchando cómo hablaba pero era como un ruido en segundo plano, iba guapísima.

- Solo llevo tres cervezas guapa- me acerqué a su oreja con toda la intención del mundo y le susurré- ¿me permites?

- ¿Eh? ¿El qué?- yo sonreí porque estaba justo donde yo quería.

- Coger el botellín que hay detrás de ti- se apartó, cogí el botellin que había hecho especial para ella, porque jugaba con ventaja al ser tan alta y no me pareció un desafío justo, coctel molotov me gusta llamarlo, lleva ron miel, malibú, tequila, absenta, muy poco de cerveza y algo de exótica, le di un beso en la mejilla que casi hace que se tambalé toda la fachada de femme fatale que estaba intentando aparentar porque realmente estaba hecha un flan- este es para ti, lo he preparado especialmente para ello, te veo luego Nat.

Dicho esto me fui tranquilamente fingiendo que no me temblaba hasta el último pelo de la cabeza y volví a coger el botellin que llevaba a medias.

POV Natalia

La canción me había dejado para el arrastre todo había que decirlo, estaba hablando con Miki, o eso creía, porque no lo escuchaba con claridad.

- Entonces vino la poli y me arrestó por tráfico de drogas.

- Joder qué putada- respondí

- Natalia no me estás escuchando- dijo Miki un poco hastiado.

- Que sí te estoy escuchando.

- Natalia te acabo de decir que me arrestaron.

- ¿QUÉ TE ARRESTARON?- Saqué de mi campo visual a Alba para centrarme en Miki- ¿Qué ha pasado? ¿estás bien?

- Relájate anda, no me arrestaron, quería saber si estabas escuchando y por lo visto no, alguien me está robando la atención- soltó risueño mirando a Alba.

- Jo Miki perdón- le puse un puchero- es que está guapísima hoy, ¿a qué sí?

- Sí, la verdad es que sí, ¿cómo estás con su vuelta? Veo que estáis bien ¿no?

- Sí, está todo bien por fin.

- Me alegro mucho por ti Nati, ve con ella anda, no desaproveches.

- Gracias gracias gracias - le di un achuchón gigante, un besito en la cabeza y me fui corriendo a buscar a la rubia que hacía que perdiese el sentido.

- Buenas buenas - le susurré al oído, vi como sus comisuras se elevaban.

- Bueno la perdida, por fin te vuelvo a ver.

- ¿Me echabas de menos? -sonreí con sorna.

- Puede- encogió los hombros- ¿vienes a por un trago?

- Claro, cuidado no te vayas a marear Reche.

- En tus sueños.

Dicho esto, nos fuimos dirección a la cocina, todos los demás estaban en el salón, aunque había visto a la Mari en la terraza. Vi como Alba intentaba coger dos vasos de maceta, pero como estaban arriba del todo no llegaba.

- ¿Necesitas ayuda?

- Un poco, María lo habrá hecho a posta la muy cabrona. -le bajé los vasos- ahora voy a preparar mi especialidad, ¿te parece? -asentí- primero la ponemos los hielos- Le echó 2 hielos a cada vaso- después le ponemos ginebra, bastante que tengo una apuesta que ganar, un poco menos de vodka, algo de champagne y terminamos con zumo de naranja, y voilá un Agua de Valencia. -me lo tendió y yo le di un trago.

- Buah esto está que te cagas.

- Ten cuidado que sube sin darte cuenta, ¿te hace chupito y vamos con el resto?

- Venga pero elijo yo, Tequila. -sonreí porque ya sabía que había hecho un Jaque, Alba nunca había terminado de tolerar bien el tequila y por la cara que estaba poniendo supuse que ya no le quedaban más de mis antepasados en los que cagarse.

- Claro, sin problema - sonrió forzada y fue a coger el limón, el tequila y la sal - acércate que no muerdo- me acerqué algo desconfiada- baja un poco que eres muy alta- flexioné un poco las rodillas mientras que ella echaba los chupitos, después me miró y acercó lentamente su mano a mi mandíbula, empujando un poco mi cabeza hacia un lado- empiezo yo.

Noté como su lengua se paseaba tranquilamente por mi cuello, y a mi casi se me salen los ojos de las órbitas, puso la sal, se bebió el chupito y de nuevo sentí su lengua en mi cuello. ¿Mis bragas? Para tirarlas.

- Te espero fuera Nat- dicho esto me dio un beso demasiado cerca de mi comisura y se fue otra vez con su andar endemoniado, dejándome allí sentada haciendo una sentadilla en la cocina con cara de boba. Pero esto no iba a quedar así, como que yo me llamaba Natalia.