¡El Ship no puede hacerse realidad! - FreenBecky

Capítulo final: Tomando tu mano desde ahora

—Fue cuándo trataste de ayudarme de unos acosadores en la plaza. ¿Cierto? Te pegué sin querer.

—Sí… Eras una omega que se puede cuidar sola, yo una alfa patética.

—P´Freen, eso no es…

—Déjame terminar, por favor. La cosa es que nunca fui buena para cuidar de mi misma, por lo que mucho menos podría cuidar de otra persona. No soy el príncipe que protege a la princesa o algo así. Pensé mucho en que siempre es N´Becky la que cuidaba de mí, consiguiendo que me sienta calmada y de que no es malo depender de otra persona, no importa si es una omega u otra alfa. Aun así, deseaba hacer algo por ti, ya que entendí también que no es la alfa que protege a la omega, son las personas que se quieren y por eso desean cuidarse mutuamente. Al pedirme que te ayudara con Patrick me sentí feliz de que me necesitaras por primera vez. Lo que trato de decir, es que desde mucho antes de ese día ya estaba enamorada de ti, N´Becky. Creí que, si te hubiera conocido antes de Heidi, sería la persona más feliz del mundo.

—Me alegra oír eso, P’Freen… Lo digo enserio.

—Pero, ¿sabes algo? Me equivoqué también en eso. Heidi me mostró que tan cobarde puedo ser y tú me mostraste mi propio valor. Antes de Heidi no estaba lista para amarte como mereces, N´Becky. Y antes de que quieras interrumpirme y ayudar a mi autoestima, lo que digo lo digo enserio. Siempre necesitaré tu apoyo y cuidados, no siempre podré ser fuerte, pero sé que lo que me hace falta es algo que tú posees. Siento que eres mi otra mitad, N´Becky, aquello que me hace falta para ser valiente.

—Y yo siento mucho no decirte todo antes, P´Freen, estaba asustada por mi familia, tampoco deseaba que salieras lastimada y lo tomé todo por mi cuenta. Debí pedir tu ayuda. Debí decir antes lo que sentía.

—Separadas fuimos un par de cobardes. ¿Quieres ser valiente conmigo, N´Becky? ¿Te quedarías conmigo para siempre?

—Ya estoy marcada. ¿No?

—Las marcas y el matrimonio, todo eso se puede romper. Aunque borraras la marca, todavía podría sentirte, N´Becky… Siempre lo he hecho.

   Tragué las lágrimas, pues las palabras de P´Freen golpearon en lo profundo de mi interior. Me levanté del columpio y agaché el rostro para poder besarla. Sus labios eran brillantes y esponjosos, mis manos sujetaron sus suaves mejillas. Nuestros rostros estaban ruborizados y, a pesar del frío nocturno, mi corazón se sentía cálido. P´Freen es muy hermosa por dentro y por fuera. Si yo soy el valor que a ella le falta, ella es la humildad que necesito.

—Estoy muy feliz de estar embarazada de P´Freen, a pesar de la forma en la que pasó… Tan frenético. —Comenté y escuché de ella una risilla. — ¿Te gusta que vayamos a ser mamás?

—Me encanta que vayamos a ser mamás. ¿Qué pasa? Te siento triste, N´Becky.

—Llámame sólo Becky. —Dije con un encogimiento de hombros y ella asintió. Volví a besarla, demorándome más en sus lindos labios. — Es que… es contigo con quien quiero casarme, no con Heidi. Odio esto.

—No vas a tener que casarte con ella.

— ¿Qué? —Jadeé. — ¿Qué quieres decir con eso?

—Bueno… es por eso que no podemos ir a mi casa.

—Freen… Ya dilo bien, me estás asustando.

—Tuve una conversación con mi padre, él tiene una empresa que está creciendo bastante bien en el extranjero, así que va a ayudar económicamente a tu padre hasta que salga de sus deudas, tampoco es que pueda darlo todo, así que vendí mi casa y regresé a vivir con mi madre. La mayor parte de lo que gane le prometí a tu padre que se lo daría.