Nos encontramos nuevamente en la parte más recondita y maldita de Celaya.
Estaba Toshinori en la sala de visitas, hablando con el que anteriormente era la máxima expresión del ÉXITO.
- ¿Y como te ha ido en todos estos meses?.- Preguntó a través del teléfono.
- Supongo que no puedo quejarme, ahora Uraraka se volvió bien extraña y es la que se está encargando de rematar los chistes.- Respondió Izuku con un tono apagado.
-¿Uraraka?, eso no es posible.-
- Solo mire atrás de usted-. Apuntó con su dedo índice.
Toshinori volteó hacía atrás, quedando sin palabras ante la escena que se encontró.
Uraraka estaba quemando melaza y se estaba dando tremendo pasote con uno de esos dulces que truenan así bien masizo.
- Y por eso no deben de arrojarle piedras a los aviones, o los mandarán al infierno como a Midnight, o peor, a Celaya.- relataba a los niños que venían a ver a sus padres.
- ¿Y eso que tiene que ver con que mi papá esté aquí por matar a un niño de un golpe en la cabeza?.- preguntó uno de los niños.
- Tranquilo niño, mi papá explotaba a toda mi familia de forma psicología y física, y M I R A M E, soy el ÉXITO.- Dijo mientras levantaba el pulgar.
Los niños comenzaron a llorar y por alguna extraña razón hicieron combustión instantánea.
La chica entonces volteó hacía dirección de Izuku, le levantó el pulgar en forma de orgullo.
- No será lo mismo, pero por lo menos es algo.- Respondió depresivo.
Fin.
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Izuku, El Conserje (Sketches medio piteros)
HumorSituaciones dónde Izuku es el Éxito.