—No, gracias —dijo y ese pequeño omega arrugó las cejas.

—Ay, vamos. ¿No tienes curiosidad? ¿Ni siquiera un poquito?

—Nou.

—¿Por qué no?

—Woozi ya déjalo. Jungkook oppa ya tiene un alfa, no le interesa otros alfas —la chica le reprochó, ahora siendo ella quien tiró del brazo al omega y este chilló, riéndose después con el alfa mientras se alejaban hacia esa aula.

Los vio asomar la cabeza por la abertura de la puerta, sonriendo en cuanto vieron a la bebé y la cabeza de Jungkook formuló una imagen preciosa, a Taehyung cargando a Uju en la cangurera.

Y no es que no quisieran traer a Yeontan, de hecho el can se negó a ir luego de su vacuna anual. Se orinó en el sofá nuevo del nuevo apartamento. Se mudaron hace no mucho cuando Uju comenzó a hablar más y a formular sílabas más coherentes.

Sobre todo: nada de balcones.

Se puso en pie en cuanto la hora culminó. Debía marcharse antes de la salida de los alumnos de la sección de Taehyung y en eso, se golpeó la rodilla al intentar marcharse, el dolor intensificándose a través de ese sin fin de nervios hasta la extensión de la pierna.

Entonces, el leve pánico se presentó al oír pasos llenar el pasillo, voces que se acoplaban entre risas y más.

Ay, ay.

—Carajo —masculló calzándose la mochila a la espalda con tal rapidez que olvidó abotonar su abrigo, el invierno presente al estar en la primera semana de diciembre con el baile de Invierno pisándole los talones.

Un año. Vaya, no puede creer que ha pasado un año desde aquella noche con Taehyung, en un baile algo desastroso pero el cual fueron sus propios invitados bajo una pérgola.

Incluso es imposible creer que Uju haya cumplido diez meses.

—Profesor Kim, buenas tardes.

Y se paralizó a nada de irse.

Rechinó sus dientes apenas oyó a Woozi decir y joder, debía soportar, solo un poco más, pero no pudo porque se atrevió a mirar hacia atrás, encontrando a Taehyung en la puerta del salón cargando a Uju en un brazo mientras entablaba una conversación con los omegas.

Oh no.

«No me veas, no me veas»

Error

Los ojos de la bebé recayeron en él. Su cuerpo se volvió rígido, la sonrisita ajena con ojitos redonditos y brillantes lograron amagar por ella; queriendo ir hacia ella para tomarla en brazos al estar horas separados.

—¡Pa!

¡Oh no!

Retrocedió apenitas, sus pies fallando y en eso Taehyung miró a la misma dirección de su hija, sus músculos tensándose al pactar miradas, la garganta con un nudo al no saber qué hacer.

—¿S-si? —el alfa trató de disimular, pero Uju arrugó el entrecejo, sus ojos aún en Jungkook.

—¡Pa!

Y Jungkook salió corriendo.

Ay, ¿Por qué?

Se golpeó la frente con el talón de la mano, sintiéndose mal por no hacer más. No era su culpa, simplemente no podía cuando consolidó un acuerdo con el director. Debía mantener las apariencias y eso implicaba hasta el cuidado de Uju.

Tampoco podían obligar a Yoongi cuando tenía una audiencia.

Sus pies lo guiaron automáticamente hacia la enfermería. Tocó la puerta un par de veces y Seokjin alzó la cabeza de los papeles del escritorio al verlo ingresar sin más, quejándose a lo bajo entre palabras inentendibles.

SOMEONE I CAN LOVE | KTH&JJKWhere stories live. Discover now