Odio No Amor ||• Miles Morales

12

— Más vale que tú suero funcione doctor — el sujeto de traje blanco de acercó y tomo entre sus manos un dardo que contenía dicho suero.

— Claro que funcionará. Lo único que lo arruinaría es que el dardo no diera en el blanco.

— Mi puntería nunca falla.

•••

Parecía ser un día normal en el Brooklyn del universo 45510, patrullabas la ciudad como todos los días antes de dormir. Te elevaste a la azotea de un edificio y contemplaste la ciudad.

Extrañamente todo se veía en calma.

Pero entonces escuchaste unas patrullas, lanzaste una telaraña a un edificio alto y te elevaste para para poder ver a dónde se dirigían.

El resultado, un banco, estaba siendo robado. Fuiste hacia el lugar para detenerlos al entrar no había nadie, lo único que se escuchaba era el sonido de la alarma contra robos.

— Que extraño. Por lo general me reciben con algunos disparos.

De pronto un brazo metálico apareció de la nada, gracias a tu sentido aracnido lo esquivaste sin ningún problema.

— Vaya doc — te pegaste a la pared y lo miraste ladeando un poco la cabeza — No sueles ser de los que roban un banco — lanzó otro ataque que tú de nuevo esquivaste — Eres de esos que tienen planes para aniquilar la ciudad ¿Te quedaste sin fondos? — reíste para ti misma.

— Puedes dejar de hacer bromas tontas — lanzó de nuevo otro ataque y tú como respuesta volviste a esquivarlo y le lanzaste telaraña en la cara.

— Lo siento. Mis fanaticos esperan cierto grado de sarcasmo en cada batalla.

Te lanzaste a él para darle una patada pero rápidamente logro evadirla y te tomo del torso con uno de sus brazos metálicos.

— No estoy robando un banco, estoy creando una distracción — con ayuda de otro brazo te inmovilizo.

Pronto pudiste escuchar a lo lejos un disparo algo se había insertado en tu brazo derecho, no era no una bala, no te dolía tanto como para serlo.

Te soltaste del agarre del Doctor Octopus, giraste en el aire para luego impulsarte con ayuda de la pared para darle un buen golpe a tu enemigo. Luego de eso te pusiste de pie.
Miraste tus manos y luego te viste los pies, como si estuvieras analizando si algo  de tu cuerpo había cambiado pero todo parecía ir normal.

Cuando levantaste la mirada de nuevo el villano se había ido — ¡Ay por favor!

Saliste del lugar y con ayuda de tus telarañas subiste a lo alto de un edificio. Observaste alrededor para ver si podías encontrarlo pero fue inútil, el había escapado.

— Será para la próxima — estabas a punto de volver a casa cuando sentiste que todo daba vueltas en tu cabeza.

Con mucha dificultad lanzaste una telaraña y fuiste hacia tu casa te tambaleante al llegar y caíste al suelo sin poner resistencia de tu parte.

— Que mierda... — susurraste para  ti misma mientras colocabas las manos en tu cabeza para que el mareo cesara, pero esto no ayudo en nada.

En un intento de buscar ayuda tecleaste algo en tus botones y un holograma de Miles apareció desde el gizmo.

— ¿Qué pasa bonita? ¿Me extrañas? — dijo él en tono burlón hasta que se percató que estabas en el suelo y su sonrisa de desvaneció.

— Miles.... necesito ayuda...— Fue lo último que pusiste decir porque luego de eso todo se volvió oscuro, te habías desmayado.