Asentí, comprendiendo que todos necesitábamos un descanso después de la divertida tarde que habíamos tenido.
— Sí, definitivamente, gracias por todo Fede. Me siento mucho mejor ahora.
Fede sonrió cálidamente y se acercó a mí.
— No hay de qué, Mariana. Estoy aquí para ti. Y recuerda, si necesitas algo en cualquier momento, no dudes en llamarme.
Asentí, sintiéndome agradecida por su amabilidad y apoyo.
— Lo tendré en cuenta, gracias de nuevo Fede.
Antes de dar por concluida nuestra conversación, Fede se inclinó y me dio un beso suave en la cabeza. Sus palabras y gesto cariñoso me hicieron sentir protegida y valorada.
— Cuídate, Mariana. Descansa bien, nos vemos mañana.
Con una última sonrisa, Fede se alejó hacia su habitación, dejándome con una sensación cálida en el corazón.
Comencé a recoger las cosas del juego para luego irme a descansar también. Mientras recogía las cartas del juego, la señora Lucía entró en la sala con su sonrisa siempre acogedora iluminando la habitación.
— Mariana, ¿te divertiste esta tarde?
Al levantar la mirada, mi rostro se iluminó con una sonrisa sincera.
— Sí, señora Lucía, logré distraerme un poco y ya me siento algo mejor.
Vi cómo se acomodaba en el sofá y, cansada pero agradecida por su compañía, decidí unirme a ella.
— Ahora, Mariana, dime, ¿sigues pensando en alejarte de Fede?
Me dejé recostar un poco en el sofá, descansando mi cabeza sobre el respaldo mientras pensaba en su pregunta.
— No lo sé con certeza... Creo que quizás debería darle una oportunidad al amor, aunque no estoy segura si él siente lo mismo por mí...
Con un gesto tranquilizador, la señora Lucía acarició mi cabello suavemente.
— Querida, a veces los sentimientos son un laberinto complicado. Pero recuerda, confía en tu corazón y dale tiempo al tiempo. ¿Qué crees en tu interior?
Cerré los ojos por un momento, sumergiéndome en mis pensamientos.
— Siento que debería dejar de preocuparme tanto por el futuro y simplemente disfrutar del presente. Si Fede realmente está interesado, las cosas se acomodarán por sí mismas.
La señora Lucía me sonrió con ternura y afecto.
— Eso es sabio Mariana. A veces, lo mejor es dejar que las cosas fluyan. Y permíteme decirte que estoy segura de que si Fede es la persona adecuada para ti, el destino se encargará de guiarlos.
Dejé escapar un suspiro suave, sintiendo cómo la fatiga comenzaba a apoderarse de mí.
— Gracias por siempre estar aquí para mi señora Lucía.
Ella me acarició el hombro con suavidad, irradiando una calma reconfortante.
— Siempre estaré aquí para ti mi niña, sabes perfectamente que te quiero como si fueras mi hija. Ahora descansa, deja que tus pensamientos fluyan suavemente y permitas que el sueño te lleve.
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Invisible string
RomanceUn grupo de jóvenes y adultos se refugia temporalmente en la lujosa casa de Mariana, una mujer adinerada, quien les permite elegir cualquier habitación excepto una prohibida. A medida que exploran, especulan sobre el motivo de la prohibición. Desaf...
Capitulo 12 - Una cualqueira.
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