— No, quiero seguir jugando. -Respondió-
— Ya lo llamo yo. -dijo Natalie levantándose de su lugar-
— Bien, gracias Natalie.
Natalie llamó a Carlos y me dijo que ya estaba en camino.
— Bueno, sigamos jugando. -dijo Mariana-
— No, ya se acabó el juego para ti.
Le respondí y la sujeté algo más fuerte sin hacerle daño.
— Fede no seas aguafiestas.
— No soy aguafiestas, cuido tu salud.
— Bésala y ya está como nueva -Dijo Giovanni-
— Giovanni no es momento de bromas...
Nos despedimos de los chicos los cuales seguían jugando y salimos del antro para esperar a Carlos fuera.
— Fede... No me encuentro bien.
— Ya vamos para la casa y descansas, Carlos está llegando.
Sostuve a Mariana levemente, noté cómo se tambaleaba un poco
— Tomaste de más...
Mariana me sujetó levemente del brazo, pude notar que esta realmente muy mareada y fría... Eso me preocupa aún más.
— Enserio no me encuentro bien... -dijo mirándome-
Continué sosteniendo a Mariana, realmente se le ve mal... Me agarró algo más fuerte pero su agarre se volvió más débil. Me preocupa que no se pueda mantener en pie y no me siento bien al verla así.
En ese momento, la vi abrir los ojos y moverse un poco. Su rostro estaba pálido y tenía los ojos medio cerrados. Sus labios estaban muy blancos y su cuerpo se movía con lentitud. Mierda ¡¿Carlos donde estas!?
La mirada de Mariana se perdía en un punto indefinido y parecía que se estaba quedando sin fuerzas. Su expresión era de angustia, parecía que no podía mantenerse en pie.
De un momento a otro se desmayó, la sujete al instante para que no cayera al suelo y noté que su respiración se aceleraba algo más.
— ¡Hey! Mariana.
Trate de mantener la calma pero sentí una sensación de pánico y no se qué hacer.
Carlos todavía no a llegado, y siento que cada segundo es una eternidad. Mariana todavía esta inconsciente, y yo siento miedo y desesperación...
Pasaron unos minutos y llegó Carlos, se bajó del carro y se acercó a donde estábamos. Le hice una señal para que se acercara a Mariana.
Él fue al lado de Mariana, le tocó el hombro y le habló:
— Mariana, ¿podrías tratar de abrir los ojos y responderme?
Mariana seguía inmóvil y no respondía...
Carlos le hizo una prueba de la pupila y le dijo:
— Mira hacia la luz, y dime si ves bien.
Mariana se quedó inmóvil, y Carlos me miró con una expresión de preocupación.
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Invisible string
RomanceUn grupo de jóvenes y adultos se refugia temporalmente en la lujosa casa de Mariana, una mujer adinerada, quien les permite elegir cualquier habitación excepto una prohibida. A medida que exploran, especulan sobre el motivo de la prohibición. Desaf...
