Todo lo que podría querer ya lo tiene, ¡Ya ni puedo pensar en algún juguete porque todos los que quería los compramos juntas!

Bien, Jeongyeon, relájate y piensa. Has estado en su casa, en su cuarto, así que puedes saber inmediatamente que cosas descartar porque ya las tiene.

¡Exacto! ¡Todo!

Ni siquiera puedo sacarle temas de conversación, ya estamos en vacaciones, no estamos viendo tutorías y no sé si le apetezca salir juntas de nuevo, o al menos ir yo a su casa y analizar más a profundidad que puedo darle.

Mi teléfono suena encima de la mesa ratona. Estoy algo frustrada por el tema del santa secreto, por lo que solo me he sentado a jugar Mario Bros para intentar relajarme un poco.

Aún tengo pendiente enseñarle videojuegos a Nayeon...

Ah, hablando de la reina de Roma.

Contesto la llamada y apoyo el celular en mi oreja con mi hombro para volver tranquilamente a la partida.

—¿Hola?

Ah, Jeongyeon —escucho la voz de Nayeon del otro lado de la línea—. ¿Crees que puedas quedarte en mi casa lo más pronto posible?

Frunzo el ceño, desconcertada por su tonta propuesta. Aunque, sinceramente, me va como anillo al dedo.

—¿Qué pasa? ¿no puedes vivir sin mi, acaso? —le tuteo. Retengo una risa cuando oigo su queja.

Como si necesitara a una tonta rubia que ve borroso.

No veo borroso, simplemente no veo de lejos. —corrijo con arrogancia, podré ser medio ciega, pero por lo menos puedo vivir sin lentes.

Sí, sí, como digas —desvía—. ¿Puedes quedarte o no? ¿Cuando?

—¿Por qué tan de repente? —paso el nivel y dejo de lado el mando para poder tomar bien el celular.

Tengo que hablar contigo. Más que nada por esto del Santa secreto. ¡No conozco casi nada de ninguna de las tres!

—Algo debes saber de mi, me ofendes. —finjo sentirme ofendida. No tengo derecho a sentirme así realmente cuando sucede igual al revés.

Solo podría darte un par de lentes nuevos, y ni eso porque no sé cuánto aumento usas. —se queja y no puedo evitar reír, ambas al parecer estamos en la misma situación en cuanto la una de la otra.

Espera, ¿Ella también es mi Santa secreto?

No lo creo, si va a preguntar por las tres en general, quizá es Chae o Hyo. ¡O quizá está disimulando para saber que darme a mi!

Realmente no sé que me gustaría recibir de ella. Quizá simplemente algo bonito o incluso una salida. No lo sé, me gustaría algo simple.

¡Pero no puedo estar segura de que será así al revés! Nayeon es muy complicada a veces...

¡Mujer! ¿Vas a venir o no? —su casi grito al otro lado de la línea me saca de mis pensamientos.

—No me grites, tonta. Voy hoy mismo, ¿Te parece?

Llega pronto.

—Quizá estoy en tu closet y no lo sabes.

Creo que te regalaré un closet nuevo, pareces envidiar el mío.

—¿Vendrá con el robot armario de Barbie?

Quizá, necesitas consejos de moda. Te veo en un rato, ¿Va?

TutoraWhere stories live. Discover now