capítulo seis

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Llego a la oficina mas tarde de lo normal, algunos lo miraron extrañados, el alfa no era una persona que no llegara a horario.

El camino a su trabajo fue tranquilo, un omega castaño y de ojos oscuros se sumaba a uno de sus tantos pensamientos. No lo conocía, no sabía su historia, pero algo dentro de el removió a la curiosidad. Quería saber el porque termino en aquel parque, en donde estaba su alfa, ¿siquiera tenía alfa? No sabe el porqué de esa curiosidad repentina, no lo vió más de dos veces al omega y ya quería conocerlo, nunca le había pasado aquello.

Unos leves golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos, dijo un "pase" y vió la silueta de Nayeon entrar por la puerta.

─Señor Park le traigo estos papeles.─dijo ella entrando con dos carpetas nuevas. JiMin suspiró al verlas descansar sobre su escritorio.─Los colegas de su padre dijeron que llegarían dentro de un par de días─dijo ella antes de irse de su oficina.

─Gracias por avisarme, Nayeon.

─Es mi trabajo, señor─salió por aquella puerta. JiMin suspiró nuevamente, nadie era amable porque si, tenía que acostumbrarse.

Su mañana y mediodía se basó en leer los nuevos papeles, firmarlos y contestar emails. Se tomó un descanso y Nayeon le trajo el almuerzo que pidió. Su madre no llamo, así que no tenía una excusa para no trabajar. Estaba agotado, pero era lo que tenía que hacer.

YoonGi estaba contento, después de un tiempo estaba contento. Su bebé necesitaba algo de ropa, así que eso hizo al recibir el dinero del alfa. Agarró su mochila, arreglo un poco el cabello de su cachorro y fue rumbo a una de las tantas tiendas que había. La ropa no era barata, pero YoonGi no dudaba que era una de las mejores, así que entro a una de la tiendas más caras en ropa para bebés kid child's. Miró un rato la vidriera y apreció como su cachorro miraba todo con adoración.

YoonGi nunca le pudo comprar ropa estando fuera de su vientre. Cuando trabajaba en aquel local de comida tenía unos poco meses de enterarse de el cachorro y si se podía dar el gusto de comprarle una que otra prenda, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo. Paso gran parte de su embarazo en la calle y una vez que tuvo al cachorro en brazos solo le pudo dar esa ropa. A medida que iba creciendo trataba de buscar lugares donde donaran algo de ropa y así poder vestirlo lo más decente. Entonces estar en uno de los mejores lugares de la ciudad le generaba una emoción inmensa y ver la cara de su bebé lo hacía querer llorar.

Entraron por la puerta de cristal y una pequeña campana sonó al enpujarla. Las personas que habían en el lugar lo miraron de arriba a abajo y se sintió inferior, se sintió incomodo, sintió que no pertenecía a ese lugar. Una chica alta con falda corta, que hacía notar sus hermosas curvas, camisa blanca con una pequeña identificación que decia "Jenn", piernas largas, bien bronceadas aunque no estemos en verano, pelo rubio, rostro fino, labios carnosos y maquillada a la perfección se acerco a él. YoonGi no pudo evitar mirarse, pantalones que en algún momento fueron blancos que ahora estaban negros por la suciedad y gastados por tanto uso, zapatillas ya algo rotas, una camiseta azul estirada y vieja, y ese abrigo negro, que le quedaba algo grande, que no le pertenecía. No pudo evitar sentirse mal, el no se veía como aquella chica, se veia mal, descuidado, algo delgado, con ojeras en su pequeño y blanquecino rostro, sin bronceado en ninguna parte del cuerpo. El no se veía bien, no como esa hermosa chica.

─Lo siento, señor, pero en este lugar no se hacen obras de caridad. Lo invito a retirarse por favor─dijo amablemente aquella rubia identificada como Jenn. YoonGi por otro lado suspiró mirando sus pies, estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones.

─Yo...vengo a comprar─dijo levantando la vista.

─Oh, yo...lo siento. Es que con esas ro...─No quería seguir escuchando.

𓍯  ⍴ᥲrkOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz