Después del trabajo

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La luz de la antena era lo único que lo separaba de la oscuridad. Con la época del año acercándose al invierno, el aire parecía más fresco y las noches duraban más. No es que le importase, pero estaba comenzando a impacientarse gracias al frío atravesando el auto.

Y esa impaciencia muy pronto se convertiría en iría si no aparecía pronto. Logro sacar su teléfono del bolsillo trasero y comprobó nuevamente la hora.

Media hora de retraso.

Que se joda. No lo tendría esperando más en ese lugar.

El ruido del motor sonó más de lo que esperaba al momento de encenderlo, probablemente gracias al eco que producía aquel sitio. Miro por última vez alrededor...y apago nuevamente el auto. Ella nunca llegaba tarde.

Algo debió haber sucedido.

Cuando se dispuso a salir, un puño toco el vidrio del copiloto, dejándola ver jadeando. La miro mal y solo bajo la ventana.

—Vete a la mierda Momo, ¿no pudiste mandar un jodido mensaje al menos? —

—Yo... de verdad... — intento contestar mientras jalaba todo el aire que le permitían sus pulmones — mi celular está muerto —

— Puedes meterte tu intento de excusa por el culo — estaba molesto, mañana temprano le tocaría la primera patrulla y en lugar de estar debajo de sus sabanas, se encontraba esperándola para llevarla al aeropuerto. Pensó seriamente en mandarla a la mierda y decirle que perdió su oportunidad, pero las mejillas sonrojadas de ella y su respiración que aún no volvía a la normalidad lo irrito aún más —... solo entra ya — fue lo último que dijo antes de quitar el seguro y dejar que se acomodara a su lado.

— De verdad lo lamento Katsuki — una vez calmada, junto sus manos frente a ella frotándolas a modo de disculpa.

— Guarda silencio si no quieres que te baje y regrese por donde vine —

La vio asentir cabizbaja. Y él solo pudo gruñir por ello.

No la vería durante cuatro meses. Y eso lo estaba jodiendo.

Había sido seleccionada para una misión en donde tendría que estar en cubierto. Eso significaba tener contacto cero con todo el mundo a excepción de los altos mandos. Inclusive él no debería saber de la operación y aun así no puede evitar sonreír un poco al recordar el como ella le contó todo después de una de sus sesiones.

Suspiro al verse derrotado por ese recuerdo. Al menos podría verla antes de que se fuera.

—Katsuki — No le responde, pero le hace saber con un asentimiento de cabeza que la está escuchando — Podrías... ¿Podrías detenerte... en algún sitio? Me gustaría ver el amanecer antes de partir —

Esta vez fijo su vista en ella por unos segundos. Pudo notar que estaba inquieta, normalmente eso sucedía cuando tenía cosas de más vagando por su mente.

—Un estacionamiento vacío debería servir — contesto aquello a su petición.

Ve como solo asiente y después de un rato de conducir, logra encontrar un pequeño espacio abierto con una vista decente hacia el cielo que estaba perdiendo oscuridad. Aparca con cuidado y ve como ella revisa un momento su celular.

— Aun tenemos algo de tiempo antes de que el vuelo parta — la vio colocar una alarma y guardo nuevamente el aparato — ¿Este asiento es reclinable? — Pregunta, buscando a tientas algún tipo de botón o palanca.

— No sé, yo no me siento en ese asiento —

—Oh... de acuerdo — deja de buscar y se concentra en su alrededor.

Drunkenness FlowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora