Alma gemela dice la verdad

892 115 20
                                    

Yuta lo estaba esperando en la playa, en el mismo lugar donde estaban, ayer.
Yuta estuvo despierto toda la noche debatiendo para si, que debía hacer. Hasta que decidió decir la verdad, no podría empezar una amistad con su destinado, a punta de mentiras o engaños. Ya cometió un error, no podría darse el lujo de cometer otro aún peor. Eso sería imperdonable y no solo eso, si no que también sería cobarde, demostraría poco respeto y por sobretodo que su amor no era suficiente. Cualquier relación debe empezar con la confianza, sin ella sería imposible entablar una relación sana.
Mientras el esperaba, su estómago se apretaba, su intestino le ardía y estaba apunto de desmayarse.  ¿Y si me odia? ¿Y si ya no quiere ser siquiera mi amigo? Aquí estoy otra vez con una actitud negativa, pensaba Yuta, debo dejar de esperar lo peor.

Mientras se estaba comiendo los sesos, siente un toque ligero, casi tímido. Okkotsu volteo rápidamente, encontrándose con una cara adorable, algo pálida y cabello hermosamente blanco. Su alma gemela vestía una jardinera negra, con una camisa celeste con rayas blancas. Es un ángel. Si viene a llevarme seré el hombre más feliz.

Toge agitó la mano saludando.
—¿Esperaste mucho?— escribió en un cuaderno— traje esto para poder comunicarnos más fácilmente, escribir en la arena, es algo incómodo.
—No espere nada, no te preocupes y es una buena idea lo del cuaderno. Desde hoy me pondré manos a la obra para aprender lenguaje de señas, creo que eso debería ser enseñado en los colegios. Así sería más fácil comunicarse con las personas que no pueden oír o hablar.
—Gracias por pensar así —sonrió Toge.
Voy a morir feliz, esa sonrisa me hará ascender al cielo, pensó Okkotsu.
De repente, Toge frunce el seño.
—¿Que ocurre?—pregunta Yuta, preocupado.
—Me dio un extraño dolor de estómago, como si estuviera nervioso, es raro porque no lo estoy.
Rayos, estaba contagiando a su destinado con sus emociones.
—Toge, yo, quiero decirte, que deseo, con todo lo que tengo, ser tu amigo, o lo que dispongas. Aceptaré lo que quieras. Pero antes, debes saber... Inumaki...yo...yo soy tu destinado, soy tu alma gemela, con el que has hablado por meses y el idiota que no supo lo que tenía hasta que lo perdió. Y Antes de que decidas que hacer conmigo, debo contarte todo, desde antes de que me atreviera a hablar contigo, a través de la comunicación mental. No voy a excusarme, solo quiero que sepas toda la verdad ¿Me escucharías?

Toge abrió los ojos de manera tal, que parecían redondos como un plato, parecía que había dejado de respirar, paso por varias reacciones. Sorpresa, tristeza, enojo y por allí un poco de felicidad. Sus hombros antes tensos por la bomba que le tiro Yuta, ahora se relajaban poco a poco.

Inumaki se tomó su tiempo en escribir su respuesta en el cuaderno. Para Okkotsu fue el momento más tenso de su vida, mil veces peor que esperar la nota de un examen, del cual depende el año. Nunca se había sentido así, si no fuera porque se estaba controlando para no afectar a su destinado, seguramente se habría desmayado. De una manera muy digna obviamente.

Toge dejo el lápiz en su bolsillo y giro su cuaderno.

Habla, soy todo oídos, mi alma gemela.


Continuará....

Ya nos van quedando pocos capítulos para terminar esta historia.

Alma Gemela Where stories live. Discover now