EL PRÍNCIPE

163 10 4
                                    

__: Mira. Este se hace así- sacó una placa de otra, era como un rompecabezas- No es tanto de fuerza, solo tienes que descubrir cómo se hace ¿Quieres intentarlo?- Eri asintió. Tomó el rompecabezas e intento desarmarlo

Mientras ella lo hacía, __ se levantó de la cama y fue hacia su mochila- Eri-chan ¿Quieres una manzana?- ella asintió

Eri: Si, por favor- dijo en un tono muy bajo

__: Bien- sacó dos, una para ella y una para Eri. Cuando volteo- Oye, lo lograste. Genial, que inteligente eres

Eri: ¿Te parece?

__: Claro- río- lo malo es que una vez que sabes como hacerlo ya no es entretenido. Busquemos otra cosa que hacer ¿Que te gusta? Además de las manzanas, claro- Eri la miró detenidamente

Eri: ¿Por qué sonríes tanto?

__: Oh, eso. En este momento es porque quiero contagiarte una sonrisa. Aunque parece no estar funcionando mucho

Eri: Nunca he sonreído. No se como hacerlo- __ la miro preocupada

__: ¿Te cuento algo, Eri-chan?

Eri: ¿Qué cosa?

__: Hasta hace menos de un año yo tampoco sabía sonreír- miró a Eri- te pareces mucho a alguien que conozco, ella era muy alegre y yo no. Pero cuando te miro es como verla a ella pero con mi rostro ¿Sabes a lo que me refiero?- Eri nego. __ rio- Perdón, es muy confuso lo que dije

Eri: ¿Cómo fue que sonreiste?

__: No recuerdo mucho, solo pasa. Sientes un gran sentimiento dentro de ti,  después es como una explosion ¡Bum! ¡Sonrisa!

Eri: Tampoco entendi

__: Solo pasa ¿Quieres escuchar un cuento?

Eri: Si…

__: Érase una vez, en un lejano reino de Japón, una hermosa princesa que tenía un don especial. Era capaz de crear sonrisas en el corazón de todos los que la rodeaban, ella sacaba chispas e iluminaba todo a su alrededor. Su risa era como un bálsamo mágico que alejaba cualquier tristeza y llenaba de felicidad a quienes la escuchaban.

Sin embargo, había una persona que no podía sonreír: un joven príncipe llamado Takumi. Había perdido la capacidad de sonreír después de enfrentar muchas dificultades en su vida. La princesa, al ver la tristeza en los ojos del príncipe, decidió ayudarlo.

Un día, la princesa decidió visitar al príncipe en su castillo. Lo encontró en una habitación oscura y sombría, sumido en la tristeza. Pero ella no se dejó intimidar por la melancolía del príncipe, y en cambio, le ofreció una fresa, esta fresa brillaba .

El príncipe, sorprendido por el gesto amable de la princesa, tomó la fresa y se la comió. La dulzura y acidez de la fruta provocó una chispa en su corazón, y aunque al principio su sonrisa fue tenue, poco a poco se fue haciendo más grande y luminosa.

La princesa, con su magia de alegría, había logrado que el príncipe sonriera nuevamente. A partir de ese día, la princesa y el príncipe se convirtieron en grandes amigos y juntos llevaron sonrisas y felicidad a todo el reino.

Eri escuchaba atentamente el cuento, con sus ojos brillando de curiosidad. __ notó cómo la pequeña se sumergía en la historia, dejando atrás su timidez por un momento.

~

__: ¿Por qué una fresa?

Sam: Por que son alegres. Tienen ese color rojo intenso ¿No seria fantástico tener un príncipe y casarte con el?

__: No lo se…

Sam: Conseguiré a mi príncipe y le alegrare el dia, con una fresa

Koku(otro de los niños): ¿Te casaras con un chico?- pregunto burlándose de ella

TE ESCUCHO, TE VEO//Boku no Hero Academia //tu en BNHA Bakugo x lectoraWhere stories live. Discover now