Capítulo XXIX ━ Pros y contras

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—Aarón me contó que te hiciste eso salvando a Eric —rompió el silencio Deanna—. ¿Por qué?

Ella pensó seriamente en lo que iba a decir y cómo lo iba a decir. Nunca se sabe cómo va a reaccionar una persona a la que apenas conoce. Suspiró antes de comenzar a hablar.

—Hemos pasado por muchas cosas. Cualquier cosa que usted se pueda imaginar, y peor —dijo con calma en su voz—. Y seré sincera con usted; hemos matado a caminantes al igual que a personas. Pero, ¿sabe cuál es la diferencia? Que las muertes de esas personas, sean malas o buenas, son las que me mantienen en vela todas las noches.

Hizo una gran pausa antes de proseguir con su relato. Necesitaba ordenar sus ideas para formar algo coherente y no ahuyentar a la mujer y arruinarlo todo.

—En cuanto escuché sobre este lugar... —continuó—, confié ciegamente en lo que me dijeron de él sin pensar en las consecuencias. No pensé en nada más que en un lugar para que Marion pueda tener una infancia tranquila, pero también pensé en mí. Si esto era verdad, quería poder vivirlo con todas mis energías, lo que implicaba dormir correctamente por las noches. —Se detuvo y rió—. Ahora quiero vivir con la creencia de que he hecho las cosas correctas en el momento correcto. Así, y solo así, podré vivir conmigo misma y mi conciencia.

—Hablas con mucha dedicación y profundidad —comentó Deanna—. ¿Eras periodista antes del cambio?

—Estudiaba psicología en la Universidad Estatal de Georgia —contestó—. Mi profesora solía decir que era la mejor de mi clase por los fundamentos dados en los exámenes. Tenía algunos amigos allí.

—¿Alguno de esos amigos son parte del grupo ahora?

—No. Es decir, conozco a Rick y Carl de antes, pero ninguno de mis amigos de la universidad sobrevivieron. O al menos, que yo sepa —corrigió—. Tenía algo con un chico, su nombre era Kenny. Era tierno, y...

—¿Kenny Berger? —cuestionó Deanna, muy segura de ello. Soltó una risa colada con un suspiro al ver el silencio de Jess—. ¡Esto es tan inusual! Él está aquí.

Sintió algo exprimirse en su pecho, y por alguna razón no le gusto oír eso. Ya lo había superado y estaba lista para comenzar una nueva vida con alguien más, pero solo recordar que su apellido era Berger, aquel futuro que planeó desde hace unos días se derrumbó justo en frente de sus ojos.

Ya ni siquiera oyó lo que Deanna tenía para decir luego de mencionar que Katie York, su mejor amiga, también estaba ahí. Estaba aturdida y no quería saber más nada de ellos. ¿Por qué pasó esto? ¿Y por qué ahora?

Al ver su inestabilidad y asociarla con su pierna, Deanna le ordenó a uno de sus hijos que la llevaran a la enfermería en donde sería bien atendida, según lo que dijo Aaron cuando aún se encontraban afuera. Tuvo mucho tiempo para pensar sus próximos pasos ahora que esta noticia la había impactado como un camión desequilibrado a una muralla.

Pros: nada. Todo lo que había planeado para su nueva vida se había desvanecido en segundos con tan solo dos nombres, que en lugar de causar alegría en su interior causaron desastre. ¿Cómo sería capaz de dormir ahora sabiendo que Kenny estaba en el mismo lugar a tan solo metros? ¿Cómo sería capaz de mirarlo a los ojos y decirle que su amor por él se había desvanecido?

Nada de eso le importaba. Kenny era su última preocupación. ¿Cómo vería a Daryl a la cara luego de hacerle saber que su novio vive allí con ellos? Pero, ¿de qué estaba hablando?

Según lo que había analizado, Daryl no sabía quién la hizo minimizar su cariño por Kenny. Ni siquiera tenía idea de que él supiera de lo que estuviera hablando. No obstante, Daryl veía la verdad en sus ojos, y Jessica era un libro abierto de par en par que revelaban todos sus secretos en letras mayúsculas.

BLOODY DANGER¹ | Daryl DixonWhere stories live. Discover now