UN BELLO DÍA

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Al terminar me dio los 400 billetes como agradecimiento, me vestí de nuevo, me quite los restos de labial de mis labios y la deje dentro del probador con el preservativo junto a ella en el suelo, se veía cansada pero muy feliz, reí y salí de ahí, mientras caminaba miré a el idiota que venía con ella, el la buscaba por todo el sitio, mientras mis ojos se posaron en una pequeña vitrina con relojes, la mujer regresó y se acercó a su pareja.
-Amor, ¿En dónde estabas?
-Fui al baño, no te avisé porque no quería molestarte- voltee mi mirada a su dirección y se veía como si nada hubiera pasado, su ropa, cabello y maquillaje estaban intactos, al parecer se arregló antes de salir. Al darse un “apasionado” pero asqueroso beso, ella mi miro y yo sólo sonreí, me despedí lanzándole un beso y me alejé del lugar.
En la entrada Mónica me miro y me saludo, se acercó a mi y me dio las bolsas con, ahora mis pertenecías, me señalo un local para mujeres y yo solo asentí con la cabeza, caminamos hacia aquel lugar y por lo mientras miré a la infinidad de mujeres que había, ya sea que estaban en grupos o con sus novios los cuales lo único que tenían de bueno eran sus carteras.
-Si gustas te espero aquí, además, son cosas de chicas y eso no me incumbe.- sonreí para que me dejara solo y no me asustara a mis presas que iban y venían.
-Esta bien, más te vale esperarme... -se acercó a mi mejilla para besarla- no tardó mucho. -le di una sonrisa demasiado forzosa, se dio media vuelta para entrar al establecimiento, en lo que volvía caminé a una silla y me senté, dejando a mis lados las bolsas con mis ropas.
Mientras esperaba min celular comenzó a sonar, lo saqué y miré la pantalla, era una de mis clientas recurrentes, sonreí al ver su nombre y contesté.
-Hola mi Cristi, ¿qué se te ofrece?
- Sebastián, requiero de tus servicios. – se escuchaba muy nerviosa y ansiosa.
-Muy bien, ¿en dónde y a qué hora?
-Hoy por videollamada... -Sexting, muy bien, eso será interesante y mejor pagado- lo requiero a las 8 de la noche ¿puedes?
-Mi amor, la pregunta me ofende, claro que puedo, sería 800 billetes ¿te parece?
-Si, te lo agradezco, hasta más tarde- colgamos al mismo tiempo y volví a guardar mi celular, mire a mi alrededor y ahora comenzaban a llegar varones muy atractivos, lo malo de ellos es que no llegaban a compararse conmigo, yo era, soy y seré superior a ellos.
Mientras me distraía, Mónica se apareció frente a mi, la mire y traía demasiadas bolsas desde sus brazos hasta sus manos.
-¿Quieres ir a comer a algún lugar?
Me levante y le ayude tomando algunas de sus bolsas.
-Te lo agradezco pero no, tengo un compromiso más tarde así que me gustaría ir a mi casa.
-Esta bien ¿quieres que te lleve? -Ni loco.
-No, muchas gracias, iré en taxi, me resulta más cómodo- No dejaré que esta pobre idiota sepa en donde vivo, capaz y me dice “vives en una pocilga, no como mi casa de diamantes con un chingo de pendejadas de rica”.
-Esta bien, te acompaño a la salida en lo que espero a mi chofer- Ay deja de presumir “mi chofer”, ambos caminamos a la salida, mientras avanzábamos ella comenzó a hacerme plática lo cual solo quería observar todos los lugares, no quería escucharla, sin darme cuenta salimos del recinto, me dirigí a la calle en espera de algún taxi, al ver uno levante mi mano para pedir el servicio, se estacionó junto a mi y miré a Mónica.
-Toma tus cosas, gracias por esta gran tarde- le entregué sus pertenencias y subí al automóvil, le indiqué mi dirección.
-No hay de qué, espero verte de nuevo.- En realidad espero y este sea el último, me despedí de lejos y me fui del lugar.
El taxi me dejó frente a mi edificio departamental, pague y baje del taxi junto con mis bolsas, entré al edificio y subí las escaleras hasta llegar a mi casa, abrí mi puerta y la cerré al entrar, entré a mi habitación y deje las bolsas en la cama, de igual manera me senté en ella y en seguida me recosté.
-Ahora tengo dos preguntas sin resolver, ¿cómo Diablos consiguió mi número? Y ¿por qué me llevo a comprar cosas y ella pago?- en seguida Grisell se subió sobre mi pecho y se acostó, acomodo su pequeño y peludo rostro sobre mis labios y comencé a besar sus pequeños bigotes mientras acariciaba su pelaje.
Grisell es la única en mi vida, la amo con todo mi ser, aunque sea un gato o aún animal para mi es lo más importante, después de un corto tiempo me la quite de encima y la acomode junto a mi, voltee hacia ella mirando sus grandes ojos azules y su pelaje blanco, la pequeña minina se acomodo a un costado mío y comenzó a dormir, sin darme cuenta me dormí.

Lo que se ve no siempre es la verdad. (+18) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن