Capítulo 17: Esta No Te La Voy A Perdonar.

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Miré la botella, va en la mitad, tengo la sensación de que he bebido menos, sonó el ascensor y me asusté, la única que sabe de la existencia de esta piso es Catalina, miré hacia el pasillo y apareció Hunk corriendo, se frenó mirando cómo destruí todo en este piso.

— ¿Cómo me encontraste? — vaya, estoy hablando muy mal, intenté ponerme de pie, pero me fui hacia el lado.

— Arthur — Hunk llegó a mi lado afirmándome.

— ¿Quién te dijo que estaba aquí?

— Nadie, recordé que tú me contaste que habías comprado un piso, hablé con Octavio, lo buscamos en tus papeles — asentí — Siéntate por favor — me dejó sentado en el suelo y se arrodilló frente a mi — Tu mano está rota — miré mi mano, no recuerdo con qué me hice daño — Tienes el labio roto y la mejilla rota.

— Si, es que caí creo, no lo recuerdo bien.

— ¿Qué pasó? — levanté mis hombros.

— Pasa que soy un idiota — admití triste — Pasa que le iba a dar una oportunidad, porque la sigo amando como el primer día — me puse a llorar y a Hunk se le llenaron los ojos de lágrimas — Y resulta que posiblemente esa noche escogió a ese tal Mathias porque parece que estaba embarazada, y ni siquiera es capaz de aparecer para decírmelo a la cara.

— ¿De dónde sacaste eso?

— Livy — Hunk me miró enojado.

— Le creíste a Livy, Arthur, ¿Cómo le creíste a Livy? Te dije que no confiaras en Livy.

— Pero entonces por qué Catalina no me ha pedido perdón hasta el día hoy — Hunk me miró confundido — Por qué no me contesta las llamadas, por qué no me responde los mensajes, por qué no llegó a la oficina, a lo mejor no todo es cierto lo que dice Livy, pero tampoco creo que todo sea mentira — me limpié las lágrimas.

— Iré a buscar el botiquín — asentí.

— Creo que no tengo un botiquín aquí — me miró enojado — Es que yo no vivo aquí — me excuse.

— Iré a buscar uno a conserjería — asentí bebiendo más whisky, pero Hunk me quitó la botella — Quédate ahí y no te muevas — asentí. Me quedé solo mirando todo destruido, todo esto se lo compré a ella, amaría poder quemarlo todo y que todo se vaya con ella, tengo tanta rabia, ahora me siento culpable, podría haber regalado todo a gente que lo necesitara, no haberlo destruido.


Hunk regresó y desinfectó mis manos y mi rostro, me dolió, me quejé, pero lo dejé terminar.

— Louise me llamó, dice que quiere hablar algo urgente con nosotros, le dije que fuera hasta tu piso — le asentí — ¿Por qué no vas tú a la cumbre del cambio climático en Ámsterdam? Te hará bien salir de aquí, yo me quiero quedar con Louise, la próxima semana son los juicios contra Owen — le asentí — Tienes toda esta semana para ordenar un bolso, comprar boletos, reservar hoteles — volví a asentir. Hunk botó aire — Despedí a Catalina por mensaje cuando fui a conserjería.

— ¿Y te respondió? — negó triste — Ni siquiera le importo — Hunk me negó.

— No digas eso Arthur por favor — me puse a llorar.

— Pero es que nunca le importé — Hunk me abrazó con fuerza — Le pediré que vaya a la oficina a firmar el divorcio, para deshacerme de eso — asintió.

— También le haces firmar el papel de fin de práctica — asentí.

— Le pediré a Octavio que me cree los papeles — Hunk terminó de limpiarme y boté aire relajándome.

La Culpa Fue De Tus Ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora