Nicolás Flamel

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Alya POV

Dumbledore había convencido a Harry de que no buscará otra vez el espejo.

Durante las vacaciones la capa permaneció en el fondo de su baúl.

Trate de olvidar la imagen que ví en el espejo, pero comencé a tener sueños sobre eso.

Soñaba más escenas en las que yo estaba con ese chico Gryffindor...

- ¿Se dan cuenta? Dumbledore tenía razón - Dijo Ron, en cuanto yo y Harry le contamos nuestros sueños -

- Ese espejo te puede volver loco - Einar venia bajando de los dormitorios -

Hermione había vuelto el día anterior al comienzo de las clases.

Estaba dividida entre el horror de la idea de Harry vagando por el colegio tres noches seguidas («¡Si Filch te hubiera atrapado») y a la vez decepcionada ya que no habíamos descubierto quien era Nicolás Flamel.

Harry estaba seguro de haber leído ese nombre en alguna parte.

Al momento de iniciar de nuevo las clases, volvimos a buscar en los libros durante los recesos.

Lamentablemente Harry y yo teníamos menos tiempo, ya que los entrenamientos de Quidditch ya habían empezado.

Wood nos hacia trabajar más duramente que nunca.

Ni siquiera la lluvia constante que había reemplazado a la nieve podía doblegar su ánimo.

A mí me ayudaba mucho el duro entrenamiento de Wood, así no tenía tiempo para pensar en la imagen del espejo.

Entonces, durante un entrenamiento en un día especialmente húmedo y lleno de barro, Wood nos dió una mala noticia.

Se había enfadado mucho con los gemelos, que se tiran en picada y fingían caerse de las escobas.

- ¡Dejen de hacer tonterías! - gritó - ¡Esas son exactamente las cosas que nos harán perder el partido! ¡Está vez el árbitro será Snape, y buscará cualquier excusa para quitarnos puntos! -

George al oír esas palabras casi se cae de verdad de la escoba.

- ¿Snape va a ser el árbitro? - escupió un puñado de barro - ¿Cuando ha Sido árbitro en un partido de Quidditch? No será imparcial, si nosotros podemos sobrepasar a Slytherin -

Todos nos acercamos a George para quejarnos.

- No es culpa mía - dijo Wood - Lo que tenemos que hacer es estar seguros de jugar limpio, así no le daremos excusa a Snape para marcarnos faltas -

Eso estaba muy bien, pero al menos Harry y yo teníamos otras razones para no querer estar cerca de Snape.

Al finalizar el entrenamiento Harry y yo nos dirigimos rápidamente a la sala común de Gryffindor.

Dónde encontramos a Ron, Hermione y a Einar, los primeros dos jugando ajedrez mientras el último solo observaba las jugadas.

¿Destinados? (Harry Potter y Tú)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin