Mi dolor fue tu dolor.

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Alison

Pase toda la noche sin dormir, me sentía vacía, mi mamá y Grace estuvieron tocando varias horas la puerta, no les abrí, y cuando hablaban ni siquiera me molestaba en prestar atención, no es que estuviera molesta con ellas, estaba molesta conmigo misma y no quería desquitarme con personas que no tenían la culpa.Llegó un momento en el que no pude más y me quede completamente dormida.

Cuando desperté era noche de nuevo, a pesar de no haber comido durante todo este tiempo no tenía hambre, pero el corazón me seguía doliendo.

-Alison , por favor abre, te prepare tus postre favorito, me costo mucho hacerlo.-Grace estuvo tocando varias veces la puerta.

Esta vez si le abrí, sabía que ella no cocinaba para nadie que no fuera ella, y cuando me preparaba algo era por que sabía que estaba realmente mal.

-Por fin.-me extendió un plato con un poco de trifle.

-Gracias.

-¿Cómo sigues?

-Igual, se me pasara pronto , da igual.- apenas y se me entendía lo que decía pues me estaba atragantándome con el trifle, al final de solo verlo el hambre había llegado.

-Tú sabes que no da igual, vamos Alison, ambas sabemos que nunca superaste a Jayden.-suspire.

-¿Cuándo empezó lo de Ana y él?.

-No tengo ni idea, pero cuando llegó con el gran anillo era obvio que lo conoceríamos, te juro que todos quedamos completamente sorprendidos, al principio pensamos que el que ellos estuvieran ahí cuando nos lo presentaron era por el lugar tan pequeño en el que vivimos, pero al parecer no fue por eso.

-¿Por qué no me lo dijeron?

-Yo te lo iba a decir, pero mamá creyó que no volverías si te lo decía.-tenía razón, no hubiera vuelto.

-Eso no lo sabe.

-Es mamá, creo que ambas sabemos que siempre tiene razón.- nos vimos a los ojos antes de reír.

-Solo quiero dormir, pero gracias por el postre.

-Se que no quieres hablar de todo esto, así que me quedare contigo como siempre lo hago, Grace al rescate.- hizo la pose de superman para después sentarse en la otra esquina de la cama.

Estuvo conmigo por un largo rato en el que no pronunciamos ni una sola palabra, no hacía falta, solo me recosté en sus piernas todo ese tiempo.

Estuve probablemente unos dos días encerrada en mi cuarto, mi hermana se encargaba de subirme comida, y Jack era el que tenía que aguantarme día y noche, a falta de que hacer me la pasaba hablando con él.

-Necesito volver, maldito sea el momento en el que decidí venir cuatro meses.-me quejé con Jackson.

-Ey, te advertí que algo así podría pasar, pero como siempre nadie me escucha.-su tono arrogante era tan molesto.

-Como sea, tengo que empezar a hacer algo, no puedo pasarme toda otra semana ignorando el hecho que yo fui la única que no supero las cosas.

-¿Qué tal si me enseñas esa pequeña ciudad cuando llegue?.

Me quede por un momento procesando lo que acababa de decir, a Jack no le gustaban los lugares pequeños, siempre que le platicaba de mi ciudad se irritaba demasiado.

-¿De qué hablas? no juegues conmigo, te lo advierto.

-Tus advertencias no me dan miedo, nos vemos mañana Ali.

Pídemelo otra vez.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora