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"No puedo decidir si es una elección

Ser eliminado

Escucho el sonido de mi propia voz

Pidiéndote que te quedes"

Les tomó un par de segundos darse cuenta de que era, el tono de llamada provenía del cuarto del menor donde Daniel había dejado su ropa y pertenecías.

-Lo siento — La mano que acaba de tocar su pecho ahora estaba en su cadera, empujando muy ligeramente como una invitación amable a quitarse de encima.

Armando atontado y apenado se bajó de él, quedándose sentado a un costado del mayor sobre sus talones mientras veía como este desaparecía por el pasillo replanteándose lo acontecido.
Daniel dudó en contestar al ver que se trataba de una mujer con la que había estado hablando recientemente, preguntándose si le había sido infiel pues conocía las intenciones de esta, aunque si es que lo había hecho, estaba gustoso de ello, no por la acción en sí, sino por la persona. Pero a pesar de su realización decidió contestar pues esta mujer era una de las mayores modelos de la industria y perderla sería fatal.

En cuanto a Mendoza, él no pudo con su curiosidad y silenciosamente siguió al mayor quedándose a unos centímetros del marco de la puerta, aunque cuando escuchó el nombre de Andrea se maldijo y agacho la mirada. Escuchó a Daniel al teléfono, diciéndole a esa mujer que ya no estaba en la oficina, pero estaba en compañía de Armando, que habían estado bebiendo. Técnicamente no hay ni una sola mentira en ello, solo una verdad a medias. Estaba ansioso, una parte de él creía que era mejor que Valencia se fuera, no continuar esa locura pero la otra parte solo quería que él se quedara, que continuaran lo que sea que fuera lo que estuviera pasando, cuanto lo anhelaba.

Ve la puerta y la abre completamente para recargarse en el marco de esta a brazos cruzados, viendo la espalda de Daniel mientras aún habla por teléfono, el solo aseguraba que lo sentía y que lo compensaría.

Daniel cuelga y se gira para ver a su compañero ahí ahora esperándolo con la mirada en el piso. Suspira y se deja caer en la cama, con su teléfono aún en mano.

-Andrea me propuso ir a su apartamento y yo le dije que no podía — Le cuenta la conversación resumida al menor, quien solo se va acercando lentamente, aún sin mirarlo, Armando siente que se está moviendo en automático — Por lo que mañana tenemos junta directiva a primera hora, y sabes que tenemos que estar ahí.

El azabache no responde a su verborrea, solo se encuentra moviéndose de nuevo sobre Daniel, sentándose en su regazo con naturalidad colocando sus rodillas a cada lado del mayor, volviendo a besarlo, más casto casi como una suave caricia. El contrario no lo apartó, no se queja, solo acepta y después de soltar su celular coloca sus manos en las caderas de Armando, siendo justamente lo que el de ojos oscuros quería, esa sensación cálida que por medio del tacto le transmitía seguridad.

No sabe si fue eso, el sentimiento acumulado desde que eran solo unos adolescentes o que cuando se trataba de Daniel se atontaba por completo, pero su lado más emocional volvió a actuar en piloto automático cuando en busca de más cercanía sus manos se aferraron a los hombros del más pálido, sus bocas moviéndose lentamente en armonía y su bulto comenzando a restregarse contra el de Daniel, aún restringidos por las telas de sus pantalones, en ese momento no pudo evitarlo, su cuerpo se lo pedía, pedía revelar lo que sentía.

-Quédate. — Pidió con voz tenue, con su mirada en los labios contrarios subiendo poco a poco para ver directamente a los de Valencia, sus ojos brillaban cual cachorro casi que de una forma tierna y dócil, algo no muy común en el Armando cotidiano — Por favor — Aún más raro — Quédate aquí, no te vayas y pasa la noche conmigo — Rogó sobre la boca de Daniel, brillante y rojiza por el tacto volviendo su mirada a esta relamiéndose su labio inferior nervioso.

𝚃𝚁𝙴𝙰𝙲𝙷𝙴𝚁𝙾𝚄𝚂 - [Daniel x Armando]Where stories live. Discover now