Capitulo 64

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John

Camino hasta mi cuarto mientras tecleo en mi Tablet con total desesperación por encontrar mi juguete. El razonamiento que tengo es una enfermiza obsesión no es algo que me preocupara. Es algo simple y solamente es agregado a mis trastornos psicópatas y en la mente que ya tenía muchas otras enfermedades que venían de familia que yo no me molestaba en pensar que debo de ser una de las mentes más retorcidas, sádicas y psicópatas en el mundo.

Claro apartando la del general que es otro que le faltaba mucho en su mente para llegar a ser normal, cuando su mente y cabeza gritaban que era un asesino en serie que no tenía escapatoria. Solo lamente una cosa, una, que logra nuestros monstros duerman en paz antes de atacar. La obsesión, así como la mía.

La cual muy estúpida, se fue corriendo detrás de la hermana mayor solo para llevarme la contraria.

—Crees que puedes jugar conmigo, musa...

Murmuro y la encuentro entrando a la agencia con tres hombres detrás de ella.

No comprendo como mierda las Parker siempre tienen una maldita bola de penes atrás de ellas, para cualquiera pendejada. Y diría que siempre uno en uno supera al otro en estupidez.

Giro los ojos cuando su pulsera brilla cuando hace contacto con mi cámara, identificando que mi mirada está en ella.

Esta sonríe y voltea a la cámara donde me saca el dedo la muy pendeja y me manda a comer mierda en español.

Maldita boca sucia y cachonda.

Salgo de las cámaras de la agencia cuando entro a mi cuarto y cierro de un portazo. Tener acceso a las cámaras no fue nada fácil, pero lo necesito por la pequeña musa rebelde que, si jode con correr, cuando no hay escapatoria de su monstruo.

No soy bueno para actuar, pero soportar a Volkova se me hace más difícil cada vez.

Estar aquí y actuar de su lado no me es complicado. Ya que si estoy en contra de, el pendejo de Alek. Me quito mi cargo como asesor de químicos en la monarquía de su mafia. Un trabajo que me mantenía lejos de la mierda de mi familia y su cartel.

Pero el muy imbécil solo porque yo me entrometí con mi musa, creyó que yo lo entregaría a esta agencia, sin saber que ahora mismo tiene al traidor a su lado.

Mis pensamientos son rotos cuando entra una llamada en mi Tablet mientras estoy en el computador.

Reviso detalladamente si mi traje esta presentable y sobre todo pulcro para contestar. Todo un poco de gel y lo paso por mis manos para desinfectármelas y contestar casi en el último llamado.

¿Dónde estás? —es la primera pregunta que sale de la boca de mi hermana.

—Eso no te interesa María, así que habla.

Gruño y esta maldice en español poniendo a girar mis ojos de cansancio. Jamás podremos llevar nuestros caminos en paz.

Por la santa muerte, la odio.

Papá, dicto que quiere tu presencia en la reunión de la Dinastía —me informa y sonrío —, así que no me interesa donde este y con quien putas estas, pero vas a ir con él.

—Primero que nada, tu no me das ordenes —dejo claro —, segundo yo iré porque ya lo tenía listo y tres, tienes razón que no te interesa donde putas meta mi pene, así que vete a la mierda.

Así me gusta —sonríe —, que obedezcan.

—No iré por ti, pendeja —gruño.

Pero obedecerás —ruedo los ojos —, que no te duela mucho el culo en esa reunión, es tan aburrida.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now