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              No supo con exactitud en qué momento se dejó engatusar, pero lo cierto era que ya era un hecho: Prentiss había montado un equipo de fiesta, los mejores agentes para la marcha. Las manos de Reid estaban algo sudadas, temía que esa noche sucediese lo peor. ¿Un asesino en el club? No. ¿Una alerta de bomba? Tampoco. ¿Irse a casa sin haber conseguido su "conversación normal"? Bingo. Ya estaba rompiendo las normas, yéndose con el equipo de trabajo; no quería seguir estropeando las cuidadosas indicaciones que la doctora Taylor había suministrado en su consulta.

Entre los asistentes, destacaba como siempre la extravagante Penélope, que se había unido al grupo en cuanto descolgó la llamada de Emily; Rossi siempre estaba preparado para una buena cena elegante, más en esta ocasión tuvieron que persuadirlo; Luke no tenía planes para esa noche, por lo que una salida divertida se le antojó necesaria; y el recién estrenado Derek Morgan en su rol como padre primerizo se apuntó sin pensárselo para poder juntarse con su familia. Lo cierto era que Spencer estaba inquieto por lo que pudiese suceder esa noche: no era la primera vez que estaba en algún club o discoteca, pero siempre había acudido por trabajo. Esta era la primera vez que acudía para, simplemente, tratar de divertirse y conocer gente con la que charlar, si todo salía bien.

—¿Cómo te encuentras? ¿Todo bien?

La preocupación de Emily por el estado anímico de Spencer era más que evidente. Como si fuese una madre pendiente de su pequeño, trató de averiguar si el muchacho se sentía cómodo en aquel ambiente y si necesitaba algo por su parte, para poder maximizar su velada en confort y diversión.

—Estoy bien, Em. No te preocupes, de verdad.

—¡Claro que me preocupo! ¿Te traigo una copa?

El muchacho se encogió de hombros, pues tampoco necesitaba consumir nada por el momento. Los demás ya habían ordenado cócteles y vinos para degustar la fiesta. Finalmente, por decisión de la analista informática, el doctor Reid fue servido con una colorida copa de cóctel, aparentemente afrutado, aparentemente alcoholizado. El ambiente parecía entretenido, todos se divertían y estaban pasándolo bien. Spencer los miraba, sosegadamente mientras analizaba sus expresiones de euforia ante la música y el baile: fue un pequeño destello de realidad lo que lo trajo al mundo corpóreo de nuevo. Esa era la clave, al parecer, saber moverse entre las desgracias que acarreaba su trabajo y poder desconectar con un poco de música, alcohol y buena compañía. Normalmente, sus horas de descanso se resumían en visitar Las Vegas, pasar tiempo con su madre o sencillamente, encerrarse en su casa a leer/ver películas de culto/acercarse a sus personas de confianza, todo ello alejado lo máximo posible del alcohol. Pensar en aquello le clavó un pequeño puñal en el pecho, pues pensó en JJ y en cómo había aprendido con los años a refugiarse en ella, su familia y especialmente sus hijos para sentirse realizado. ¿Qué haría ahora que su relación estaba alterada irremediablemente? Chasqueando sus dedos frente al muchacho, Emily le dedicó una sonrisa cargada de diversión y cierto desconcierto. Él simplemente sacudió su cabeza. Sonrió, para no alarmar a nadie y dio un largo sorbo a su copa, que fue altamente aplaudido por la audiencia. Incluso Derek lanzó un alarido para animar al resto de asistentes, anunciando que era su primera copa voluntaria y que iba a ser una gran noche.

Y efectivamente, al contrario de lo que el joven doctor podría haber imaginado, estaba resultando una gran noche. Le costó soltarse, por supuesto. Y el efecto del alcohol parecía escurrirse a través de sus sentidos, lentamente, con el inherente miedo a perder el control y que un fantasma de pasado, firmado por Henkel, resurgiese de entre las cenizas. Pero ahí estaba su familia para recordarle que todo bajo control era asumible y aceptable, que iban a dejarle solo en esa aventura, aún sin saber que batallas estaba librando Spencer a solas. Una vez hubo terminado su copa, anunció que iría a pedir otra bebida a la barra, siendo seguido por las miradas de sus compañeros hasta el lugar. Una vez estuvo lo suficientemente cerca del bastión de bebidas, esperó pacientemente a ser atendido por la camarera, que lo alertó con una enorme sonrisa y un entusiasta saludo.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2023 ⏰

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