Vampire Trouble (JungKook Fanfic)

0

JungKook

Nuestros cuerpos se movían en un agitado frenesí mientras la penetraba dura y profundamente. Los sonidos de choque entre nuestros cuerpos y los gemidos y alaridos de la chica era lo único que se podía escuchar dentro de la habitación. Tenia restos de sangre sobre su cuerpo, ligados con el sudor, saliva y otros fluidos, sus ojos en blanco y su rostro desfigurado por el placer que le estoy provocando.

Al menos esta disfrutando los últimos momentos de su miserable e infructífera vida.

Cuando el orgasmo la azota, me lanzo directamente hacia su cuello y saco mis enormes colmillos para morderla. La escucho gritar de dolor, pero no me detiene, al contrario, me gusta como lucha por su vida a pesar de que es inútil. Aprieto el agarre de mi mano en las de ella, que están sobre su cabeza. Succiono su sangre con mas fuerza y siento como se debilita hasta el punto en que ya no se resiste, su voz se suaviza hasta dar su último respiro.

Me separé de ella y lancé su cuerpo por el balcón de mi habitación, junto al grupo de cadáveres que tengo acumulados. Esta vez mi presa me ha durado una semana, lo que no me sorprende, las mujeres jovenes y bonitas coreanas no me duran nada. Casi considero buscar presas en otro país pero descarto la idea porque sería demasiado tedioso.

Entro a mi closet y me visto de forma rápida. Cuando salgo, mi corazón da un vuelco al ver su imponente figura en mi habitación. Una sensación extraña, pero no desagradable invade mi cuerpo por su cercanía. Ni siquiera mil litros de sangre me hacen sentirme de esa manera, es decir, soy un vampiro, se supone que no soy capaz de sentir nada, ni siquiera dolor sin sangre de por medio. Aún así, con él todo es diferente.

Su hermana, mi mejor amiga está a su lado y me mira de forma juguetona. Supongo que vinieron a despedirse, pues van a estar viajando por un tiempo por cosas de su clan. La chica me abraza con fuerza y luego me besa en los labios como de costumbre, con su labial 24 horas sin secar.

- Cuidate Kuko, de lo contrario te mato - sonrío por su forma característica de despedirse y le devuelvo el abrazo, con tanta fuerza como para romperle la clavícula o alguna costilla, lo que se fracture primero.

Nos separamos y ella se va murmurando alguna maldición. Él se acerca a mí y siento como mi corazón se acelera por su sonrisa. Acuna mi mejilla en una de sus manos y me da una suave caricia mientras nos miramos a los ojos.

- Estaré de viaje un tiempo, tal vez un año o dos, mantente vivo mientras tanto - sonríe de forma algo cínica, joder, me gusta

Yo asentí y recibí un beso en mis labios de su parte. Luego, él se fue y yo sonreí con cierta tristeza, que pasó a segundo plano cuando una de las chicas de Rose, me trajo los papeles que le pedí a la alfa. Lo revise de forma rápida y solo confirme los hechos.

La hora de la diversión ha llegado y ya tengo elegida la próxima víctima:

Diana Wang, 21 años, mujer coreana con ascendencia latina y parte de un escuadrón policial contra vampiros.